La subasta del matadero de Renza (Vilagarcía) se encuentra paralizada, pendiente de que el alcalde Tomás Fole se reúna con los comuneros de Sobrán para ver la documentación que según ellos acredita que los 6.000 metros cuadrados de parcela en los que se ubica el matadero son de mano común y fueron otorgados al Concello en 1985 con el único fin de emplazar en ellos un negocio de sacrificio de ganado. Si tras la venta la instalación se destinase a otro uso, la comunidad de montes advierte de que reclamará la titularidad del solar.

Por tanto, el alcalde vilagarciano se muestra prudente y prefiere hablar con los comuneros y analizar su documentación antes de continuar con el proceso de subasta. El primer edil quiere así evitar un posible pleito con el colectivo.

La Mancomunidade Voluntaria de Municipios de Arousa, aunque se disolvió una vez que legalmente no fue posible prorrogar la concesión de la explotación del inmueble, se reunió hace unos días para analizar la nueva situación generada tras sacar a la luz los comuneros de Sobrán que los terrenos sobre los que se construyó el matadero son de mano común y fueron cedidos exclusivamente para esa actividad.

Montiño continúa ocupando las instalaciones tras solicitar una concesión en precario para poder mantener la actividad hasta el inicio del proceso de venta. La empresa de embutidos empezó a operar en Renza el 8 de marzo de 1989. El contrato fue prorrogado en una primera ocasión hasta el 17 de septiembre de 2003 y de nuevo aquel año por espacio de otra década, hasta septiembre del pasado año.

Hasta 2003, Montiño pagaba a la Mancomunidade un canon anual de 9.000 euros. Durante la última década de concesión, la firma siguió pagando esa cuantía actualizada cada año en función del incremento del IPC estatal. Como contraprestación, realizó en este tiempo una inversión de 270.000 euros con el fin de renovar las instalaciones, especialmente en lo que a equipamiento tecnológico y sanitario se refiere.

Tras los acuerdos plenarios aprobados en cada uno de los ayuntamientos que formaban la Mancomunidade Voluntaria de Municipios de Arousa ( Vilagarcía, Vilanova, Meis, O Grove, Ribadumia, Meaño y Catoira), el colectivo se disolvió. Es el gobierno vilagarciano el que ahora se está encargando de las gestiones del proceso de venta.

El precio de salida de la subasta, en el caso de que se celebre, será de 282.000 euros. El presidente de la comunidad de montes de Sobrán, Manuel Barcala, aseguró a este periódico recientemente que "si alguien adquiere la nave, tiene que saber que solo podrá utilizarla para que siga funcionando como matadero. De lo contrario reclamaremos la titularidad de los terrenos, que nunca fueron cedidos a ninguna institución y son indivisibles e inalienables".

Escrito en Ravella

Barcala presentó ante el Concello y la Mancomunidade la documentación que según él demuestra que los 6.000 metros cuadrados en los que se asienta el edificio corresponden a terreno de mano común. "La comunidad se constituyó en 1981 y el acuerdo, que no incluía una cesión, data de 1985. Nosotros no podríamos entregarlos ni aunque nos compensasen con ello, pues la Lei de Montes de la Xunta especifica que el monte es indivisible", esgrimía el comunero.

De seguir adelante con la subasta -que no es el caso-, el colectivo sopesaría acudir a la vía judicial. Precisamente para evitarse una probable demanda, los municipios que integraban la Mancomunidade decidieron paralizar de momento la subasta hasta dilucidar la situación de la propiedad de los terrenos sobre los que se levanta el matadero de Renza.