El Concello ha aprovechado que el reasfaltado pasaba delante de la puerta de su casa, los jardines de Ravella, para realizar una intervención que, aunque fue anunciada en muchas ocasiones, no estaba escrita en el guión inicial de la obra que se iba a representar ayer. Se trata de la construcción de un nuevo paso de peatones elevado enfrente a la casa consistorial, que estará regulado por el semáforo que hasta ahora se ubicaba en el cruce del bar Campos.

El gobierno local había comunicado con antelación la necesidad de cerrar al tráfico la avenida de Juan Carlos I en el tramo que comprende entre la plaza de la Constitución y la gasolinera de San Roque desde las 21 horas de ayer -una hora antes se prohibía estacionar en la zona-, para que los operarios de Fomento renovasen la capa asfáltica en el vial, muy deteriorado por los años de escaso cuidado y las fuertes lluvias de los últimos inviernos.

El edil de Tráfico, Benito Dorgambide, sorprendió a los conductores que pasaban ayer por la tarde delante de Ravella, pues decidió poner a trabajar unas horas antes del corte de tráfico anunciado a los operarios municipales para dar forma al nuevo paso de peatones que servirá para comunicar de forma directa ambos lados de la plaza, la del jardín y la del Concello.

Dorgambide apela a la seguridad de los peatones y a mejorar la circulación en la zona, sustituyendo los dos pasos de peatones a ambos extremos de la plaza por este único elevado en el medio, punto de cruce natural para buena parte de los vilagarcianos.