Una auténtica "invasión" es lo que vivió el islote Areoso el pasado fin de semana. La pequeña lengua de arena que pertenece a A Illa de Arousa se llenó de embarcaciones de la tercera lista, la mayor parte de las cuales, no respetaron el perímetro de boyas que rodea el perímetro del islote, llegando a varar con los motores encendidos, incluso, en el arenal, algo que está terminantemente prohibido por los daños que se le pueden causar tanto a este paraje natural como a la producción marisquera. Así lo han constatado el Concello y la Cofradía de A Illa que van a remitir todo el material gráfico del que disponen para que el Servizo de Conservación da Natureza, dependiente de la Consellería de Medio Rural, para que imponga las sanciones a que hubiese lugar.

La edil de Medio Ambiente, Dolores Folgar, apuntaba ayer que "nos hemos puesto en contacto con el Servizo de Conservación da Natureza para comunicarle lo que sucedió el pasado fin de semana y este se ha comprometido a enviar un mayor número de vigilantes para sancionar a aquellos que incumplan la normativa y regular el acceso al islote. Es más, la intención es que en esta actividad colabore la Guardia Civil del Mar".

Concello y Cofradía llevan años de frente común para impulsar medidas de protección para este paraje natural, un objetivo en el que han encontrado el respaldo de la Consellería que, en una reciente reunión, se mostró dispuesta a impulsarlas. "Hay que aplicar medidas de manera urgente o el islote se nos va al garete, y por lo visto este fin de semana, parece que la gente no es consciente de que este paraje se encuentra en una situación límite y que debemos parar esta situación", insiste Folgar.

Los daños que sufre Areoso por influencia humana no se limitan solo a las embarcaciones, sino que en tierra tampoco se respetan las zonas acotadas en muchas ocasiones, lo que está causando importantes daños en el complejo dunar que integra el islote, algo que preocupa en A Illa.

Opinión muy similar posee el patrón mayor de la Cofradía de A Illa, Juan José Rial Millán, testigo presencial de lo ocurrido el pasado fin de semana en Areoso. "El islote estuvo a tope durante los tres días, ignorando gran parte de las embarcaciones las boyas perimetrales, incluso alguna llegó a ser arrastrada casi hasta la playa", explicaba ayer. Entiende que, en próximos festivos o fines de semana se deben "tomar medidas, porque las hélices de las embarcaciones remueven los fondos y dañan por completo la producción de marisco", algo perjudicial para los mariscadores de A Illa, sobre todo si se tiene en cuenta que "recientemente se ha sembrado gran parte de las inmediaciones del islote con almeja babosa que todavía no está fijada al fondo y esta actividad puede acabar por destruir toda la producción", indica.

Es cierto, reconocen desde Concello y Cofradía, que la erosión y degradación que está sufriendo el islote no se circunscribe tan solo a la influencia humana, sino que también las corrientes y las condiciones meteorológicas han provocado la mayor parte de las modificaciones que ha sufrido Areoso en los últimos años. Sin embargo, apuntan que antes de que el islote se masificase esas modificaciones "estaban sujetas a ciclos temporales, unos ciclos que se están reduciendo desde que Areoso se ha convertido en punto de destino de cientos de embarcaciones durante el verano".

La única solución pasaría por limitar el acceso a este entorno, una medida que ya se aplica en otros parajes naturales de la costa gallega, como es el caso de las islas Cíes y Ons.