El Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil de Vilagarcía advierte del "alto riesgo" de incendios existente en los montes del término municipal. El edil de Seguridad Ciudadana, Benito Dorgambide, y el responsable de Emergencias, Francisco Guillán Busto, así lo confirman y por eso el Concello ha organizado varias reuniones para coordinar las intervenciones y, sobre todo, trabaja en la prevención de los fuegos.

Dorgambide dice que "los expertos afirman que la situación es muy parecida a la del verano de 2006. La mayoría de incendios son provocados y los dos próximos meses serán de mucho calor y viento, como estos días". "La vegetación está muy alta debido a los muchos días de lluvia que hemos vivido este año. Ahora empieza a secarse y es cuando se vuelve peligrosa", añade Busto. La Xunta "considera esta zona como de gran riesgo de incendios", a lo que hay que sumar la inclusión del vecino monte de Saiar (Caldas) en los espacios forestales especialmente vigilados.

Pero el verdadero problema es el que "en los montes se acumula mucha basura. En las escombreras y vertederos hay cristales, plásticos y otros materiales que pueden ayudar a propagar el fuego". Dorgambide expresa que "son muchos estos puntos negros y desde el Concello poco podemos hacer además de concienciar a la ciudadanía".

El edil recuerda que en Vilagarcía existe un punto limpio que funciona todos los días y que el Concello también tiene un servicio de recogida de objetos que patrulla las calles los primeros y terceros martes de cada mes, además de realizar trabajos puntuales si el particular lo solicita al Concello.

Pero esto parece no ser suficiente. Francisco Busto lamenta "lo paradójico que resulta que algunos vecinos prefieran molestarse en llevar un sofá o una lavadora al monte en lugar de llamar y que se la recojan a la puerta de su casa con todas las facilidades del mundo".

Protocolo de actuación

En Vilagarcía es el propio servicio de Emergencias el que se encarga de actuar en un primer momento en los lugares en los que se localice un incendio. La ciudad arousana también cuenta con un centro de coordinación del Distrito Forestal de O Salnés -que abarca más zonas limítrofes como Caldas y parte de Pontevedra-. Si fuese necesario, también intervendrían los bomberos, aunque solo si hay zonas residenciales que se puedan ver afectadas por las llamas.

"Los primeros en actuar son los voluntarios de la dotación de guardia, que trabajan en equipos de tres personas durante las 24 horas del día", explica Busto, máximo responsable del dispositivo de Emergencias. "A veces nosotros mismos descubrimos el fuego, otras nos avisan desde el Distrito Forestal. Si es necesario, solicitamos refuerzos y acuden al lugar".

Las patrullas del distrito peinan el monte diariamente en varios puntos de la zona que les toca vigilar y cuentan con equipos para combatir el fuego. A estos hay que sumarle todo el apoyo aéreo que fuese preciso, tanto helicópteros como hidroaviones.

Trabajo de los comuneros

Una parte imprescindible del cuidado de los montes y la prevención de incendios está recae en manos de las comunidades de montes. La mayor de todas las de Vilagarcía es la de Cea, que se ocupa de más de 620 hectáreas de monte en Xiabre. José Luis García, tesorero y presidente de la asociación de vecinos de la parroquia asegura que "hay varias zonas que están en una situación muy complicada. Contratamos a dos personas para trabajar continuamente en la limpieza, pero las trabas que pone la Xunta son muy grandes. Para poder actuar tenemos que pedir un permiso que puede demorarse 20 días".

García señala algunos puntos conflictivos como "el linde con Guillán, el de Bamio, la zona del campo de tiro de Vilagarcía, Meda Meán y Corno, que están todavía sin limpiar". Ayer mismo, los empleados de la comunidad de montes trabajaban en el lugar de Parameán. A estas zonas de Xiabre hay que añadirle buena parte de monte Lobeira. El edil Dorgambide destaca que allí "la mayoría de los árboles son eucaliptos, que son más combustibles".

La comunidad de montes de Cea cuenta con un gran contingente de recursos para luchar contra el fuego, como la mayoría de estas entidades en O Salnés. "Disponemos de una cisterna con capacidad para 5.000 litros, tres depósitos de agua que almacenan hasta 100.000 litros cada uno, aunque no son suficientes, y un vehículo de intervención rápida que lleva un depósito de 1.000 litros".

Pero en estas circunstancias también se encuentran con las trabas de la Xunta. "Cuando llegan los equipos del Distrito Forestal muchas veces no nos dejan actuar", se queja José Luis García.