Un grupo de vecinos de Carril acudió ayer por la mañana al consistorio de Vilagarcía para presentar las firmas recabadas contra el asfaltado ejecutado por el Concello en varias calles de la localidad, unos trabajos que califican de "auténtica chapuza". Los afectados reunieron en torno a 150 rúbricas, que adjuntaron con un escrito en el que exponen su malestar.

El objetivo de la movilización vecinal es lograr una reunión in situ, en la calle Cervantes, con la concejala de Obras, Ana Granja, así como evitar que vuelva a repetirse una actuación similar.

Las quejas de los vecinos vienen motivadas por unas tareas de pavimentado realizadas por el Ayuntamiento en la calle Cervantes, "una calle tan histórica en Carril como puede ser cualquier otra (Rúa do Carme, Aduana...) que no se merece este asfaltado". "Si la concejala tuviese a bien hablar con los vecinos antes de asaltarnos con el asfalto, le explicaríamos que lo que realmente necesitábamos eran algunos arreglos en las alcantarillas, tapar algún que otro bache en la calzada, poner algunos bancos y sobre todo le contaríamos como algunos de nosotros cuidamos y mantenemos unos pequeños jardines a lo largo del último tramo de la calle sin que por parte del Concello hubiese nunca un mínimo acercamiento para apoyar y colaborar en su conservación", expresan los vecinos en su escrito presentado ayer en Ravella por registro.

Los residentes recuerdan que su calle ha pasado de ser una zona de cemento en la que jugaban los niños y paseaban los vecinos a una "pista de chapapote" por la que en días de calor resulta complicado transitar.

Además de la estética, que es lo que más preocupa a los vecinos, se atisban otros problemas. Auguran que algunas viviendas puedan sufrir inundaciones al quedar sus entradas por debajo del nivel del asfalto. Denuncian que lo único que ha hecho el Concello es echar una capa de asfalto. "Son calles de casco histórico y ahora es como pasear por una carretera", se quejan.

Los carrilexos firmantes del escrito de protesta no comprenden cómo "de golpe y porrazo y sin aviso ni consulta previos, aparece una cuadrilla de obreros con máquinas que en dos días asfaltan (por no decir asaltan) una calle que ya tenía un pavimento amable y humano de cemento sin dar ninguna explicación". "Y lo que es más grave -añaden-, sin pedir opinión a los vecinos".

El Concello, por su parte, anunció que realizaría un estudio de la calle Cervantes y su entorno para tratar de dar una solución al asfaltado que ha provocado el malestar vecinal, el cual incluso ha quedado patente con pintadas revindicativas en el propio pavimento. La edil de Obras, visitó la semana pasada el lugar para analizar la situación. Tras conocer los argumentos municipales, los vecinos desaprueban "atribuirle a la urbanización de A Tomada todos los males de la calle".