Las agrupaciones de Protección Civil de Vilagarcía y Valga tuvieron que enfrentarse a continuas incidencias desde la noche del viernes a la mañana del sábado, todas ellas con la lluvia estival como protagonista. En la ciudad arousana se produjeron numerosas anegaciones por fallos en el sistema de alcantarillado, que tuvo que soportar un aumento del flujo del agua muy repentino y en la localidad del Ullán se produjeron cuatro accidentes de tráfico, aunque en ninguno se registraron heridos.

En Vilagarcía, se produjeron numerosas llamadas al servicio de Emergencias municipal alertando de problemas de anegaciones en zonas como O Freixo (Sobrán), la avenida de Cambados, Cornazo o la plaza de Doctor Carús, en la zona del mercado. La incidencia más reseñable fue la ocurrida en Cornazo. El agua acumulada en una huerta fue a parar al bajo de la vivienda de la misma propiedad, que acabó inundándose. Los voluntarios de Protección Civil tuvieron que encargarse de este avatar y los demás fallos de la red de alcantarillado.

Sus compañeros del GES de Valga debieron intervenir, por su parte, en cuatro accidentes de tráfico que, alertan, pudieron deberse a la escasa precaución de los conductores ante los bruscos cambios de la climatología. "Mucha gente se confía al acostumbrarse a conducir en seco y cuando empieza a llover fuerte creen que el agarre en la carretera será el mismo. Preveíamos que hubiese más accidentes, aunque no tantos consecutivos", comentan fuentes de la agrupación valguesa. En ninguno de los siniestros hubo que lamentar heridos.

El primero fue una salida de vía que tuvo lugar a las 20,40 horas del viernes en la N-640 a su paso por la parroquia de Godos (Caldas). El segundo fue en el alto de O Pousadoiro, en Saiar (Caldas) a las 22,30 del viernes. Se trató de una colisión por alcance entre dos coches.

Ayer se sumaron otros dos accidentes casi sucesivos en la AP-9 a su paso por la comarca de Caldas: uno a las 8,40 en Pontecesures y otro a las 9,05 en Carracedo (Caldas).