La intensa búsqueda de Ángela Borrageiros Serantes sigue sin dar resultados. Agentes de la Policía Local, voluntarios de Protección Civil de Vilanova y Guardia Civil volvieron a peinar toda la parroquia de Tremoedo en compañía de la unidad canina por tierra y de un helicóptero. Pese a este despliegue de medios, no se lograron resultados efectivos, lo que ha comenzado a extender el pesimismo entre las cuadrillas de búsqueda sobre el estado de la mujer, de 87 años de edad y desaparecida desde el pasado lunes.

Si durante las primeras horas después de la desaparición, la búsqueda se centró en los viales que van desde el lugar de Gombra, donde residía la mujer, hasta Lobeira, donde se la vio por última vez, ayer los servicios de emergencia comenzaron a revisar todos los pozos de agua que existen en la zona para comprobar si pudo haberse caído en alguno de ellos.

También se decidió extender el radio de búsqueda, ampliándose hasta el entorno de la bodega de albariño Gran Bazán y de la depuradora de aguas de Treviscoso, e incluso, las cuadrillas que participaron ayer llegaron hasta la parroquia cambadesa de Corvillón peinando toda la zona pero sin encontrar rastro alguno de la mujer.

Al cierre de esta edición, las cuadrillas de búsqueda comenzaban a retirarse ante la falta de visibilidad, con el objetivo de regresar a la actividad con la llegada de los primeros rayos de sol en el día de hoy. En esa búsqueda van a continuar participando las unidades caninas de la Guardia Civil y de Protección Civil de A Estrada, así como el helicóptero para tratar de reforzar el operativo.

La desaparecida fue vista por última vez sobre las 19,00 horas del pasado lunes en la carretera que une András con O Sixto, en un punto muy próximo a la intersección que lleva hasta lo alto del Monte Lobeira y a más de un kilómetro de distancia de su vivienda.

Las últimas personas que la vieron fueron unos madereros que se encontraban trabajando en la zona pero que no observaron nada extraño en la actitud de la mujer. En el momento de la desaparición vestía un jersey blanco y un pantalón negro.