El Ayuntamiento de Cambados ha instalado unos bolardos metálicos bajo el arco que une el pazo y la huerta de Fefiñáns, así como en el acceso a la iglesia de San Benito y el barrio de Triana desde la avenida de A Coruña.
Fuentes municipales explican que la finalidad de los postes es evitar que los conductores se cuelen hacia Fefiñáns los días que la plaza está cerrada al tráfico, como ocurrió anteayer domingo con motivo de la jornada de maridaje entre la ostra y el albariño.
Así las cosas, los bolardos estarán recogidos cuando se pueda circular con normalidad por la histórica plaza cambadesa, pero se levantarán cuando haya que cerrar la plaza, como se hará durante los conciertos de la Festa do Albariño. Así las cosas, los postes evitarán el paso desde la calle Rosalía de Castro (la que baja desde el instituto Ramón Cabanillas) y evitarán el paso por la calle que discurre en paralelo a la iglesia de San Benito desde la avenida de A Coruña.
Fuentes municipales apuntaron ayer que el Ayuntamiento está barajando la posibilidad de colocar más pilotes en otras calles del conjunto histórico que suelen cerrarse al tráfico en algún momento a lo largo del año (aunque sin concretar cuáles), y que de ese modo se evitará el trajín de vallas metálicas y la picaresca de quienes las retiran para pasar. Algo similar se hizo ya en la Praza das Rodas, que desde hace unos años se cierra al tráfico todos los veranos para que los bares y taperías puedan desplegar sus terrazas.
El cierre al tráfico o no de la plaza de Fefiñáns es uno de los más debates más antiguos y controvertidos en Cambados. La medida tiene muchos defensores, que ponen como ejemplo el éxito de las peatonalizaciones en otros conjuntos históricos, como los de Pontevedra o Santiago de Compostela.
Pero también cuenta con muchos detractores. Comerciantes y hosteleros de la plaza o la Rúa Real sostienen que si los coches no pudiesen circular por allí muchos de sus negocios quedarían condenados al cierre.
