El alcalde de Vilagarcía, Tomás Fole, presentó ayer el proyecto definitivo para la reforma del entorno de la plaza de España, que traerá como principales novedades la peatonalización de la mitad de su perímetro y la apertura de su zona ajardinada. La obra está previsto que se prolongue durante cinco meses, aunque el regidor adelanta que su inicio todavía podría retrasarse, ya que se espera que muchas empresas se presenten al concurso para ejecutarla, ya que cuenta con un presupuesto generoso para los tiempos que corren: un total de 300.000 euros.

Ésta es solo la primera de dos fases que pretenden transformar por completo esta céntrica zona de Vilagarcía, que históricamente ha conectado el entorno de Vista Alegre con la iglesia parroquial, pero que ahora ha devenido en "rotonda", según palabras del propio alcalde. Fole, que estuvo acompañado de la concejala de Obras, Ana Granja, y del arquitecto del Área de Rehabilitación Integral (ARI), Yago Fernández, aseguró que esta obra era "muy necesaria y se hará realidad gracias al esfuerzo conjunto de los vilagarcianos después de tres años de austeridad". Y es que, recordó, "se ejecutará con una partida del presupuesto municipal obtenida gracias a un crédito bancario".

El primer cambio que introducirá la reforma será la peatonalización de los laterales norte (más cercano a la plaza de Galicia) y oeste (de cara al puente de Vista Alegre). El tráfico estará prohibido en esta parte (salvo los camiones de mercancías y los coches de residentes), lo que obligará a los conductores que venga de Doctor Tourón a girar al inicio de la plaza de España hacia Vicente Risco, ya que esta parte quedará como está ahora.

En lo que respecta a la zona ajardinada, esta seguirá disponiendo de cuatro pasillos cruzados que confluyen en el centro de la plaza desde el centro de cada uno de sus laterales. La novedad es que ya no serán de tierra, sino que estarán adoquinados, serán más anchos (1,8 metros), ligeramente irregulares y tendrán setos en el centro.

"Decidimos esta fórmula para potenciar la centralidad de la fuente frente a la iglesia", explica Yago Fernández. "Mantenemos la idea de cúpula abovedada con los árboles rodeando la plaza. Estos simplemente serán podados", añade.

Pero el jardín propiamente dicho sí que cambiará notablemente. "Estará integrado con el resto del entorno. Seis de los bancos irán situados en el interior (los otros ocho, en el paseo frente a la iglesia, estarán girados 90 grados respecto a la posición actual), con pequeños pasillos que salen de la zona exterior".

La fuente estará iluminada tanto exterior como interiormente, lo que también potenciará, en opinión del técnico, la sensación de centralidad de este elemento dentro del conjunto.

Para conseguir que el jardín esté abierto y "desaparezcan los elementos situados a la altura de los viandantes que cortan la visión", los arbustos se reubicarán en el centro de los pasillos.