Vecinos de Cambados se quejan de que algunas barandillas protectoras de orillamar vuelven a estar en mal estado. Desde hace unos días están rotos algunos de los barrotes metálicos del paseo marítimo de San Tomé, hasta el extremo de que se ha colocado una cinta de plástico para evitar que nadie se acerque a la orilla.

Los barrotes se han desprendido de los postes en algunos tramos, y los vecinos alertan del riesgo que significa esta deficiencia sobre todo para los niños. Además, no es la primera vez que hay problemas con los elementos protectores en orillamar en Cambados, e incluso se dieron casos de personas que se precipitaron al agua tras apoyarse en la barandilla, aunque nunca con consecuencias graves. Ya se conocen sucesos en 2006, cuando se cayó al mar el que entonces era secretario del Concello.

Los problemas se localizan siempre en el entorno del paseo marítimo de San Tomé, ya que en el de Ribeira de Fefiñáns la protección es con bloques de piedra. La responsabilidad del mantenimiento de esa estructura es de Portos de Galicia, que hace apenas año y medio invirtió unos 30.000 euros en reparaciones de ese tipo.

Algunos vecinos también se quejan del tipo de protección utilizado, pues consideran que los vanos son excesivamente amplios y que un niño podría caerse al agua por ellos. Así las cosas, instan a Portos a solventar cuanto antes estas deficiencias y a utilizar unos materiales más duraderos y que no necesiten un mantenimiento tan periódico.