En el Concello de Vilagarcía ya no existen juntas de portavoces. Desde que gobierna el PP en la capital arousana, los lunes antes de cada pleno los representantes de los grupos municipales se reunían para abordar los distintos asuntos que se debatirían en la sesión plenaria. Fue una medida instaurada por el alcalde, Tomás Fole, como "muestra de buena voluntad y ejemplo de transparencia", destacan desde el gabinete de Alcaldía. Sin embargo, esta iniciativa ha tenido una vigencia relativamente efímera, pues se ha mantenido durante menos de tres años. ¿El motivo? El plante de la oposición al completo a la última junta de portavoces, la de mayo. En esa ocasión, PSOE, BNG y Esquerda Unida dejaron sola a Rocío Llovo (PP), pues nadie más acudió a la reunión. "Parece que no quieren trabajar", señaló la edil de Educación en aquel momento.
Desde Ravella recuerdan que la junta de portavoces es un órgano que no es obligatorio convocar. La portavoz del Ejecutivo local trasladó a los representantes de los demás grupos que si no les interesaba asistir a las reuniones, se dejarían de convocar. La oposición no asistió a la última junta, por lo que la que debería haberse celebrado ayer ya no fue convocada. "Como no acudieron se entiende que no les interesa y, por lo tanto, no habrá reunión de portavoces para preparar el pleno", comentaban ayer fuentes municipales.
Los partidos de la oposición no asisten porque alegan estar cansados de que el gobierno "les tome el pelo" al llevar todas las propuestas cerradas sin posibilidad de modificación.
Las convocatorias que sí se mantienen son las de las comisiones informativas. Este jueves 26 de junio habrá una a las 20 horas sobre Economía, Hacienda y Especial de Cuentas.
