Los vecinos de Carril (Vilagarcía) llevan cuatro años preguntándose qué sucede con el cruceiro de la iglesia parroquial, que fue atacado por un vándalo en mayo de 2010. Desde entonces la justicia se hizo esperar y solo el mes pasado se condenó al autor confeso del incidente a abonar 1.740 euros en concepto de multa y reparación. Mientras, los restos de la escultura continúan depositados en dependencias de la Policía Local, mientras la funcionaria responsable del proyecto de restauración permanece de baja.
Desde el Concello admiten que, ante la baja de esta trabajadora, "no existe constancia de la sentencia" que condenó al carrilexo M.D.T., de 52 años, a costear la reparación de la pieza dañada, lo que el Juzgado tasó en 1.200 euros (más otros 540 a mayores en concepto de multa).
No obstante, fuentes municipales recalcan que los restos están "identificados, protegidos y embalados" en las dependencias de la Policía Local, situadas en los bajos de Ravella, facilitando además imágenes que lo acreditan.
También especifica el Concello que, cuando haya constancia de la sentencia (y se reincorpore la funcionaria de baja), será necesario "realizar un proyecto de restauración, que deberá ser aprobado por Patrimonio de la Xunta de Galicia". Posteriormente la administración local debería solicitar el presupuesto de estos trabajos y adjudicarlos a una empresa especializada, entendiendo que "el condenado asume" esta cantidad.
Aunque todavía no está confirmado, todo apunta a que los encargados de realizar la restauración de la pieza atacada (que es solamente la cruz que coronaba el cruceiro) serán los alumnos de la Escola de Canteiros de la Diputación de Pontevedra, que ya se encargaron de una intervención similar, la del cruceiro del pazo de Rúa Nova, este mismo año.
El cruceiro carrilexo data del siglo XVII y es una de las imágenes más características de la villa marinera, con su representación de Adán y Eva y el diablo en forma de serpiente tentándolos para que cometan el "pecado original". Forma parte de la catalogada iglesia de Carril, en cuya escalinata de entrada se emplaza.
La cruz fue atacada por M.D.T., tal y como él mismo reconoció ante el juez, pasadas las doce de la noche del 9 de mayo de 2010. El hombre utilizó para el ataque un puntal de madera de una obra, con el que acabó haciendo pedazos la figura.
M.D.T. tuvo una rebaja en su condena gracias a la petición de su abogado, Ramón Montenegro, que criticó la tardanza hasta que se realizó el juicio, cuando, entendía, era un caso claro, ya que el hombre había sido descubierto en el acto.
