Tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la venta de viviendas ha sufrido una caída imparable, en picado, a consecuencia de un cóctel formado por la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos y también de la confianza en las entidades bancarias para poder lograr financiación con la que acceder a un piso. Además, el grifo del crédito, cerrado. El paro, sigue subiendo en O Salnés. Y las ONG's, desbordadas ante el incremento de demanda para cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, pago del agua y de la luz, y del alquiler o hipoteca. Aunque entre la gente de a pie no se aprecia recuperación económica alguna, los datos que publica trimestralmente el Ministerio de Fomento revelan que en el primer trimestre de 2014 en Vilagarcía se vendieron casi el doble de viviendas que en el mismo periodo de años anteriores. Hay que remontarse a 2010 para encontrar en las estadísticas un mayor volumen de casas y pisos vendidos.

Así las cosas, entre enero y marzo se efectuaron 51 transacciones inmobilarias en la capital arousana, frente a las 30 realizadas en el primer trimestre de 2013 y a las 37 de 2012. Comparando siempre la misma época -el comienzo del año siempre es más flojo en ventas-, en 2011 se formalizaron 34 operaciones de compraventa, y en 2010, 67, según las cifras publicadas la semana pasada por el Instituto Galego de Estadística (IGE) en base a la información facilitada por Fomento.

En Vilagarcía prácticamente el 100% de las ventas se enmarcan en el mercado de la vivienda libre, puesto que no hay promociones públicas en marcha. En los últimos doce años, el Gobierno gallego ha construido en Vilagarcía 72 pisos sociales, que son las destinadas a familias con menos recursos (las protegidas de promoción privada -VPA- permiten a los beneficiarios disponer de ingresos mayores). Se trata de los 40 pisos levantados entre 1998 y 1999 en la calle Celso Emilio Ferreiro y los 32 de la urbanización del Bosque de Desamparados.

En el primer trimestre de 2014 no se ha vendido ni un solo inmueble de protección en el municipio vilagarciano. Los 51 colocados son libres, la mayoría de ellos de segunda mano. Desde hace tiempo que la vivienda usada ha ganado terreno a la nueva, puesto que aparte de venderse a un mejor precio, también constituye una oferta más amplia. Apenas se construye obra nueve.

En datos concretos, entre enero y marzo del ejercicio en curso se vendieron 33 casas y apartamentos de segunda mano y 18 sin estrenar. La proporción sobre el total de viviendas usadas cada vez es mayor.

Excepción en la comarca

La mejora del sector inmobiliario en Vilagarcía no se extrapola a los demás ayuntamientos de O Salnés. La comarca en su conjunto registró menos operaciones de compraventa de viviendas en el primer trimestre de este año (134) que entre enero y marzo de 2013 (169) y que en los mismos meses de 2012 (138).

No obstante, en cuanto al tipo de vivienda la tendencia en el resto de O Salnés es la misma que la experimentada en Vilagarcía. Predomina la venta de pisos de segunda mano sobre los nuevos y prácticamente el 100% de las transacciones inmobiliarias efectuadas son de apartamentos libres, no protegidos.

En el caso de la ciudad vilagarciana, a lo largo de todo el 2013 tan solo se colocaron cuatro pisos de protección. En 2012 la cifra ascendía a seis, en 2011, a dos, y en 2010, a ocho. En 2009 se adquirieron algunas más: 29.

Aunque el sector del ladrillo en Vilagarcía amague con iniciar una cierta recuperación -en base a los datos del Ministerio de Fomento-, su actividad nada tiene que ver con la realizada en años como el 2005 o el 2007, en plena burbuja inmobiliaria. Durante esos ejercicios se llegaron a vender en la capital arousana hasta 258 viviendas en un solo trimestre, un volumen que para alcanzarlo en la actualidad es necesario todo un año. O incluso, más, porque 2013 se cerró con 182 viviendas vendidas. En 2007 esa cifra se situaba en 822.

La Xunta reserva un 6% de suelo para pisos de protección y su registro de demandantes continúa adelgazando

La Xunta reserva en Vilagarcía para este año 2014 un 6,01% de su suelo para la construcción de vivienda protegida, un porcentaje ligeramente superior a la media gallega (5,69%), y muy por encima de otros ayuntamientos de la comarca, como por ejemplo Vilanova (0,38%), Sanxenxo (1,88%), Cambados (2,14%), O Grove (0,36%), Ribadumia (2,13%) o A Illa (0,6%), entre otros.

El Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) publicó recientemente las reservas de suelo para pisos sociales de los ayuntamientos con más de 5.000 habitantes con el objetivo de adecuarlas al número de inscritos en el Rexistro Único de Demandantes de Vivenda de Galicia.

En el caso de Vilagarcía, figuran en este registro decenas de personas. Concretamente como solicitantes de vivienda de promoción pública se computan 141 vecinos: 9 interesados en adquirir un piso social, 104 en alquilar y 28 en arrendar pero con opción a compra. En marzo se computaban un total de 210.

El censo de demandantes de vivienda protegida en Vilagarcía llevaba estancado desde hacía hace más de un año, pues en noviembre de 2013 los aspirantes a una VPP (vivienda de promoción pública) eran 207, y en junio de 2012 la cifra era prácticamente la misma: 208. Pero desde comienzos de 2014 el número de personas inscritas en el registro de demandantes de vivienda protegida ha ido descendiendo: de 210 a 141 vecinos en solo tres meses.

Este descenso no significa que no haya interesados que cumplan los requisitos para acceder a estos inmuebles más asequibles. La nula oferta de este tipo de viviendas se presume como uno de los principales factores.