No pintan bien las cosas en el seno de tripartito de O Grove. La tensión va en aumento, a pesar de que el alcalde conservador de la localidad, Miguel Pérez, pide cautela a sus socios y reclama respeto para la Xunta.

Hay que recordar que la tardanza en contratar a una docena de personas para profesionalizar el Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil provocó lo que muchos en el PP consideran "la enésima salida de tono" de Alfredo Bea, el concejal galeguista responsable de Seguridad Ciudadana.

Este último abanderó la reacción de su partido, primero criticando lo sucedido durante el fin de semana pasado con un incendio registrado en San Vicente, al que no llegaron a tiempo los servicios de emergencia de otros municipios que, supuestamente deben atender a O Grove, y después haciendo un llamamiento a la movilización social para presionar a la Xunta.

El siguiente paso de los galeguistas fue presentar una moción para su debate en pleno en la que se critica abiertamente la "escasa inversión" del Gobierno autonómico en O Grove y se exigen una serie de inversiones.

Como se explicaba ayer, habitualmente las demandas se hacen por "otros cauces", es decir, en las reuniones del gobierno local y de acuerdo con el pacto tripartito firmado tras las elecciones de 2011.

Pero esta vez los galeguistas se desmarcaron y cargaron contra la Xunta, llegando a asegurar que ningunea y toma el pelo a los vecinos grovenses.

Esto hace que en el PP empiecen a confesar que están ya "muy cansados de los chantajes" del galeguista, de ahí que se escuchen de nuevo las voces de aquellos que opinan que "hay que cortar las alas a Bea, ya que se le dieron demasiados galones -a modo de concejalías- y un poder excesivo desde el principio".

Pero desde la cautela que él mismo reclama, Miguel Pérez prefiere esperar. Y aunque no entra en detalles puede decirse que esta misma semana va a celebrarse una reunión con los responsables de la Xunta y de Vicepresidencia, para cerrar de una vez por toda la profesionalización del servicio de emergencias.

Inicialmente no van a contratarse las doce personas que reclamaba el Concello -por un periodo de un año-, pero en cualquier caso la decisión final está pendiente de la mentada reunión.

De ahí que Miguel Pérez prefiera esperar a que se celebre, y de ahí, también, que le sentara francamente mal que los galeguistas airearan su postura en los medios de comunicación sin esperar a dicho encuentro y, se cree, con el único fin de presionar.

Parece ser que Alfredo Bea García ya presentó al alcalde un cuadro o propuesta de financiación de los profesionales de Protección Civil a contratar, y las cuantías que se barajan varían en función de si son doce o menos los contratados, o de si son tres las Administraciones implicadas. Los costes también cambian dependiendo de si son seis o doce meses de contrato, así como de otros muchos factores.

Pero Pérez no quiere hablar de ese cuadro ni de su postura ante el mismo "porque estas cosas hay que discutirlas donde corresponde y con quién corresponda, pero no en la prensa".

De lo que sí habla el primer edil es de que "es cierto que la solución a la contratación de miembros de Protección Civil se demoró en el tiempo, más de lo que sería deseable, pero repito que aún tenemos una reunión pendiente para analizar el problema y zanjarlo, por eso no podemos aprobar la forma de actuar del Partido Galeguista".

El propósito de Pérez es "acabar bien el mandato, a poder ser sin sobresaltos ni salidas de tono", pero no parece tenerlas todas consigo y sabe del malestar existente en las filas conservadoras. De ahí que el alcalde se limite a indicar que la propuesta que va a plantear la Xunta "puede no satisfacer del todo, pero de cualquier modo tenemos que pulir los flecos en esa reunión pendiente".

Respecto a la moción de los galeguistas cuestionando a la Xunta y exigiendo inversiones, incluso sacando del cajón el viejo discurso de la "deuda histórica", Miguel Pérez considera que, muy por el contrario, " el nivel de cumplimiento de nuestro partido con el pacto firmado en su día no merece para nada una reacción de semejante virulencia". Lo que quiere decir es que hay inversiones a destacar, "y estamos en condiciones de decir que aún queda cerca de un año de mandato en el que se ejecutarán otras actuaciones comprometidas, las cuales se sumarán a las ya puestas en marcha y a las razonablemente encauzadas".

Miguel Pérez también sabe, y tanto él como su partido eran conscientes de ello desde el principio, que "algunas actuaciones no podrían ser ejecutadas plenamente durante este mandato, pero al menos queríamos dar los pasos necesarios para avanzarlas y que no tengan marcha atrás, y considero que se ha cumplido en un porcentaje muy elevado".

Ese nivel de compromiso al que alude, "e incluso la concesión de infraestructuras que no figuraban en el pacto, nos hacen estar agradecidos a la Xunta y rechazar la inapropiada reacción del Partido Galeguista Demócrata", manifiesta el conservador.

Ahora todo queda a la espera de la reunión antes aludida y de que llegue el pleno ordinario del último jueves de mes, cuando se tratará la moción del PGD en la que se exigen infraestructuras como el centro de salud, el centro de día, la reparación de la escuela unitaria de Rons o la contribución de la Xunta para hacer realidad el centro de interpretación de la carpintería de ribera.

Como se decía ayer, todos ellos son proyectos que también apoya o incluso planteó el PP, pero otra cosa muy distinta es que vaya a dejarse "coaccionar" con la moción de los galeguistas, de ahí que el alcalde y presidente local de los populares no quisiera desvelar ayer qué van a votar en la sesión plenaria, cuando se trate este asunto.

El alcalde termina advirtiendo de que "las formas deben ser otras diferentes" (a las utilizadas por los galeguistas) y asegurando que ni él ni el PP van a entrar en "un fuego cruzado que solo satisfaría a algunos".

Lo que quiere Pérez es "tratar estos problemas cara a cara y donde corresponde, por eso ya hablé sobre lo ocurrido con Alfredo Bea en un par de ocasiones".