Cualquier ciudadano que camine desde los depósitos ubicados en A Comboa hasta la playa de Canelas (Sobradelo), lo único que verá a su alrededor serán dos mansiones en completo estado de abandono y almacenes de empresas que ejercen dentro del recinto portuario. Hasta la depuradora de Espina & Delfín llega el paseo que nace en la playa de Compostela y continúa por el centro de Vilagarcía. En todos sus tramos incluye carril bici. Pero al girar en la pronunciada curva de la EDAR solo continúa el asfalto. Ni rastro de paseo, y ni siquiera de aceras en un margen de la calzada.

A petición de la corporación de Vilagarcía, Costas del Estado está renovando el guardarraíl de ese punto (calle Víctor Pita) y ampliándolo hasta la playa de Canelas, donde a finales de marzo se precipitó un coche, puesto que la carretera se encuentra a una altura superior al arenal. Los vecinos de Sobradelo creen que esta medida de seguridad no es suficiente. El presidente del colectivo, Manuel Vázquez Fernández, recuerda que en otros lugares "se ven muchos derribados". "Aquí no hay más que un muro y un arcén. No hay aceras y es una zona bastante peligrosa", se queja.

Aparte de las carencias en materia de seguridad vial en la zona, el presidente vecinal lamenta el feísmo que presenta la fachada marítima de Sobradelo. "Peor es imposible", resume. Vázquez se pregunta qué ha pasado con el proyecto "acordado por una Alcaldía anterior" para prolongar el paseo marítimo sobre la playa de Canelas. "Lo único que había quedado en duda era si se rodearían las naves del puerto y que el paseo discurriese paralelo al mar, o bien que continuase por la carretera", apunta el vecino, quien cree que ahora que Portos de Galicia está sustituyendo la vieja barandilla de la playa de O Preguntoiro (Vilaxoán) por una balaustrada igual que la del paseo de Carril, sería una buena oportunidad para que la imagen de la costa del municipio vilagarciano se unificase. El problema, como siempre, tiene origen económico. El proyecto del paseo marítimo se ha quedado en agua de borrajas y por ahora nadie lo ha desempolvado.