La presencia de excrementos de perro en las calles y parques de Vilagarcía es una constante a la que el gobierno local quiere poner freno para mejorar la imagen de la ciudad, no solo para los turistas que puedan visitarla, sino también para que los propios vecinos puedan disfrutar del municipio sin tener que pisar u oler las desagradables deposiciones. Para ello, el Concello acaba de emprender una campaña de concienciación ciudadana para que los dueños de los canes recojan las heces de los mismos. La iniciativa consiste en la pegada de carteles informativos en distintos puntos de Vilagarcía, así como el buzoneo de 10.000 trípticos en los domicilios.

Ya existe una ordenanza en vigor que regula los comportamientos incívicos de los propietarios de animales de compañía, aunque hasta el momento no se han impuesto sanciones, ya que el principal escollo es la identificación de los infractores. El alcalde, Tomás Fole, anunció que "en determinados momentos" habrá vigilancia de policías de paisano en algunos enclaves de la ciudad para poder coger infraganti a los infractores. "Quizá así funcione mejor. En otros sitios ya se ha hecho, y con bastante efectividad", expresó el regidor. Las multas oscilan entre los 30 y los 300 euros.

Con todo, Fole aclaró que su objetivo con esta campaña no es sancionar a los vecinos. "Es el último escalón, pero no puede quedar fuera", dijo ayer el alcalde, que presentó la iniciativa acompañado de los concejales de Medio Ambiente, Jesús Longa, y de Tráfico y Seguridad, Ángel Benito Pérez Dorgambide. El edil independiente, por su parte, añadió que otra opción para "cazar" a los infractores es que los vecinos denuncien los casos que conocen. "Con dos testigos es suficiente", puntualizó. Animó a los vecinos a llamar al 112 o al teléfono del Servicio de Emergencias (986 512 020) En este sentido, Dorgambide no olvidó los recientes sucesos escatológicos de la Escola Oficial de Idiomas, que sufre constantes incursiones de determinadas personas que acuden al recinto educativo con sus perros para que hagan allí sus necesidades. Además, en dos ocasiones la cerradura del centro apareció cubierta de excrementos.

El departamento de comunicación del Concello ha recurrido al juego de palabras "Caca, culo, please" para llamar la atención de los vecinos. Ese es el título de esta campaña municipal que pretende hacer un llamamiento "a la responsabilidad y a la vecindad", en palabras de Tomás Fole. "Esto no es lo mismo que el descuido de un jardín. Esto no nace solo", dice el alcalde en alusión a los excrementos caninos.

El concejal de Medio Ambiente, Jesús Longa, espera que la campaña "tenga grandes resultados", pues la situación actual "es bastante grave", sobre todo en zonas verdes e incluso parques infantiles, donde se han detectado deposiciones. "Estamos terminando la obra del parque de A Coca y ya hemos tenido que realizar una limpieza de la senda peatonal, que estaba llena de excrementos", lamentó edil popular.

Dorgambide recordó otras obligaciones de los dueños de los perros, aparte de retirar las heces de la vía pública. Todos los canes deben estar identificados con un microchip y pasear con correa. Los perros potencialmente peligrosos, además, deben llevar bozal.