Otro de los colectivos con los que el gobierno de Vilagarcía tenía una reunión pendiente son los comerciantes de la plaza de abastos. En este caso, su principal problema es la falta de aparcamiento en el entorno del mercado a consecuencia de la próxima conversión de la calle peatonal García Caamaño en zona de carga y descarga.

El alcalde anunció ayer que este jueves se reunirá con la directiva de la asociación de placeros, a la que "pide un poco de altura de miras". "Tienen un argumento que se escapa a todas luces", dijo el regidor vilagarciano, quien dejó claro que el Concello no puede prohibir la entrada a un aparcamiento público a las personas que no sean clientes de la plaza, pues en ese caso, los estaría discriminando.

Aunque parece que los propietarios de algunas fincas cercanas al mercado están dispuestos a colaborar en la cesión de sus fincas para habilitar plazas de aparcamiento, ni el Ayuntamiento ni los placeros quieren desembolsar dinero alguno, por lo que la solución no se presenta sencilla. Habrá que esperar al encuentro de este jueves para ver si surgen nuevas ideas con las que resolver la situación.