La pasión futbolística de Vilagarcía se ha extendido más allá del campo de fútbol de A Lomba o el Manuel Jiménez. Incluso ha sobrepasado los salones de las casas o el atractivo de los bares. La Plaza de Galicia se ha convertido en nuevo lugar de encuentro para todos aquellos que quieran disfrutar de la emisión televisiva de los grandes acontecimientos balompédicos.

Difícilmente se podría encontrar un motivo con mayor capacidad de atracción popular que un Mundial de Fútbol o que una final de la Champions League. Ambos acontecimientos ya tuvieron su particular rincón de fervor en la céntrica plaza vilagarciana. La misma que goza de una pantalla gigante que ayer volvió a hacer un paréntesis en su propósito publicitario para concentrar las miradas y la pasión de jóvenes y mayores.

El debut mundialístico de España no dejó indiferente a nadie. Unos pocos de los muchos no privilegiados que no podían estar en Brasil viviendo el partido encontraron su particular estadio en Vilagarcía. Rodeados de hijos, familiares y amigos se dispusieron a tomar asiento en las sillas colocadas por el ayuntamiento para seguir las evoluciones de los vigentes campeones del mundo.

El altísimo calor que marcó toda la jornada de ayer fue otro estímulo más para seguir desde la calle el partido. No era Salvador de Bahía pero la temperatura en nada tenía que envidiar a la que tuvieron que soportar los jugadores de Del Bosque sobre el césped del estadio Arena Fontenova. La fresca del anochecer ayudaba a sobrellevar mejor los acelerones propios de un partido de fútbol de tanta envergadura.

El resultado es lo de menos. Lo que es seguro es que la próxima cita de la selección española en Brasil también lo será para los vilagarcianos en la Plaza de Galicia.