La celebración de la XX edición de la Baixada do Río Umia ha supuesto un alivio para el cauce fluvial. Operarios de la Diputación han procedido a la limpieza de los 14 kilómetros que separan la playa fluvial de Portas del refugio de pescadores de Cabanelas, sede del Club Náutico O Muiño de Ribadumia, organizador de la prueba. Las tareas de limpieza del cauce fluvial se han centrado en zonas como As Aceñas, presa en la que se acumulaba una importante cantidad de maleza debido a los temporales de invierno.

José Manuel Vázquez, responsable del Club Náutico O Muiño, reconoce que el cauce fluvial presentaba "algunas zonas bastante complicadas debido a los efectos de la gran cantidad de agua de las riadas, que arrastraron gran cantidad de maleza, pero ya ha sido retirada". En comparación con otros años, la situación del río es bastante satisfactoria en los 14 kilómetros por los que transitará la prueba a partir de las 17,00 horas de mañana.

El principal problema con el que se van a encontrar los palistas en la prueba de mañana es la escasa cantidad de agua que circula por el río, lo que va a obligar a muchos de los participantes a tener que portear o arriesgar a dañar la embarcación para arañar unos segundos que les pueden beneficiar en la línea de llegada.

Lo que si va a estar garantizado es la presencia de público, sobre todo en la salida, ya que el Concello de Portas va a celebrar la Festa da Praia, un evento que atrae a una gran cantidad de vecinos, que se sumarán a los cerca de 200 participantes que acostumbra a tener una de las pruebas más emblemáticas del piragüismo en la provincia de Pontevedra. No es la primera vez que la fiesta coincide con el Descenso del río Umia.

El resto de público se repartirá por varios puntos estratégicos del recorrido, especialmente en el salto de Ponte Arnelas, el más espectacular de todo el recorrido y que, pese a la escasez de agua con la que baja el río, va a poder ser superado en piragüa, lo que ofrecerá, una vez más, las imágenes más espectaculares de la emblemática prueba.