La asociación de padres de alumnos de la escuela infantil de Rons y el Concello de O Grove exigen a la Xunta la reforma urgente de las instalaciones educativas.

Tanto los progenitores como el gobierno tripartito de Miguel Pérez coinciden en denunciar el pésimo estado en que se encuentra la guardería, por eso reclaman las mejoras necesarias y muestran su indignación ante lo que consideran "una tomadura de pelo".

Los padres dejan patente su descontento con el Consorcio Galego de Benestar -como ya había hecho el alcalde- "por su negativa a realizar las obras de mejora que nos había prometido el año pasado y que iban a realizar desde enero, dando prioridad a las más acuciantes".

Pero ya con medio ejercicio superado y el curso a punto de finalizar, "todo lo prometido se lo ha llevado el viento".

Denuncian, a modo de ejemplo, que "existen filtraciones de agua y el pasado invierno incluso tuvieron que utilizarse cubos para recoger las goteras".

Es por estas razones, y algunas deficiencias más, por lo que piden a la Xunta "que se haga cargo de la escuela y realice las obras de mejora ya, para solucionar los problemas antes de que llegue el próximo invierno".

En un comunicado difundido ayer, los progenitores dicen estar "en la obligación de defender el derecho de nuestros hijos a una escuela digna", pero sin embargo la de Rons, a la que asisten 75 alumnos de menos de tres años, se encuentra en un estado deplorable.

Hace unos días el primer edil ya se había hecho eco de esta situación y explicó que en el Consorcio Galego de Benestar llegaron a proponer la construcción de un nuevo centro, pero siempre y cuando el Concello aportara el 40% del coste y sin determinar cuándo comenzarían las obras. Por eso el regidor, y los padres, prefieren que se opte por la reforma, en base a un proyecto valorado en unos 230.000 euros que el Consorcio de Benestar había avalado y prometido ejecutar.