"Se veía venir. Lleva años metiéndose con esta familia y con el resto de vecinos", afirma un residente de A Torre. Juan P.R. es conocido en el barrio por ser un hombre "taciturno y solitario. Rara vez habla con nadie, aunque parecía que la tenía tomada con esta gente". Otro vecino asegura que un día "amenazó con una motosierra a un señor porque éste le riñó por aparcar delante de su casa". Si bien cuando va a pie, este vilagarciano se muestra introvertido, las cosas son muy distintas cada vez que circula motorizado. "Cuando iba en moto se vanagloriaba de que competía en el Jarama. Con el coche siempre conducía desmadrado. Un día casi se lleva por delante a unos vecinos. Iba tan rápido que hubiera sido imposible que reaccionase a tiempo para evitar arrollarlos". Ayer no conducía su coche, un Seat Córdoba gris, aparcado en los últimos meses en la finca de su familia, anexa a la de las víctimas del suceso. Juan P.R. cambió su coche por un Clio de un familiar, vehículo ahora confiscado en el depósito municipal.