El Refugio de Animales de Cambados está buscando al propietario de un husky siberiano que fue hallado ayer en una vivienda de la parroquia vilanovesa de Baión en la que no reside nadie.

El perro fue hallado por los agentes del Servizo de Protección de la Naturaleza (Seprona) tras ser alertados por los vecinos de los permanentes aullidos de dolor de un perro en los terrenos de esa casa.

Los agentes de la Guardia Civil consiguieron acceder al interior del recinto, pero al intentar reducir al perro, éste propinó una mordedura muy profunda a uno de los agentes que le obligó a desplazarse al hospital de O Salnés para ser atendido de ella. Mientras se retiraban, se dio comunicación al Refugio de Cambados de la situación, explicaba ayer Olga Costa, cuyos voluntarios se desplazaron hasta Baión.

Tras ver que se trataba de un husky que presentaba síntomas de sufrir un gran dolor, los voluntarios consiguieron inmovilizarlo, comprobando en una simple exploración que los aullidos de dolor correspondían a que el perro tenía una pata rota desde el muslo a la rodilla. También comprobaron que contaba con microchip, pero estaba sin el correspondiente registro.

Las indagaciones realizadas por los voluntarios en el entorno de la vivienda sirvieron para confirmar los peores temores sobre el perro: que no era de ninguno de ellos y que la noche anterior se vio a un coche sospechoso por la zona.

Tras diferentes averiguaciones se contactó con el Regiac de Madrid que "nos facilitó el nombre de una persona de origen árabe como supuesto propietario del animal, persona con la que trataremos de contactar para saber si la lesión fue anterior o posterior al abandono que sufrió el perro. Además, están dispuestos a averiguar cuál es nombre del veterinario que se encargó de implantar el microchip. El motivo no es otro que interponer una denuncia contra él por no haber realizado correctamente el registro del animal.