Actualmente solo tres grupos utilizan los locales de ensayo ubicados en el Auditorio municipal de Vilagarcía. Son las bandas que han pagado la matrícula y la cuota mensual obligatorias desde el mes de mayo para poder utilizar las instalaciones. La concejala de Xuventude, Sandra García Roma, asegura que el número de usuarios "habituales" continúa siendo el mismo que antes de aplicar la tasa. No obstante, admite que los que ensayaban de forma puntual en los bajos del Auditorio no ha formalizado el pago de la cuota, y por tanto no pueden ocupar las salas. "En la época de Ana Lorenzo había 25 usuarios pero luego quedó gente inscrita que no utilizaba los locales o los usaba de forma esporádica", justifica la edil popular.

Su predecesor en el cargo, el dimitido Francisco González, cifraba los usuarios en una quincena. Lo afirmó a FARO en enero de 2013, cuando adelantó que los jóvenes empadronados fuera de Vilagarcía pagarían por el servicio más que los vecinos de la capital arousana, puesto que era Ravella quien costeaba el mantenimiento de las instalaciones (desde el mes pasado los usuarios también contribuyen económicamente a ello).

Ya sea por unos motivos o por otros, lo que resulta impepinable es que en la actualidad las tres salas de ensayo y grabación del Auditorio solo son utilizadas por tres bandas. Ante esta situación, surge la duda de la viabilidad del servicio. "Un servicio municipal es viable siempre que sea usado", apunta García Roma, quien no se plantea por el momento cerrar las instalaciones. De hecho, anima a los alumnos de la Escola de Música y del Conservatorio a usarlas.

Hay que tener en cuenta que ahora, con las tasas en vigor (recogidas dentro de la polémica ordenanza de uso de espacios culturales municipales), el desembolso a realizar por el Ayuntamiento se reduce. Además, los locales de ensayo no cuentan con personal específico para su atención. De ellos se encargan los trabajadores del Auditorio, lo que también redunda en un menor coste para las arcas municipales.

Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, el mantenimiento de las instalaciones le cuesta unos 25.000 euros al año- En 2011 el gasto eléctrico de las tres salas ascendió a 15.850 euros, el coste de personal alcanzó los 4.800 -aunque no hay uno exclusivo para el cuidado de las salas-, la limpieza supuso un desembolso de 2.249 euros y los gastos de reparación y sustitución de quipos fue de 2.065 euros. En total, el coste total ascendió a 24.964, una cantidad presumiblemente similar a la de 2012, pues en los nueve primeros meses del año del gasto computado era de 19.811 euros.

La concejala de Xuventude, Sandra García Roma, quiso reparar el material deteriorado antes de empezar a cobrar por el uso de los locales. La reposición no se efectuó hasta este año 2014, por lo que Ravella comenzó a aplicar la tasa el pasado mes de mayo. La edil responsable del servicio asegura que fueron tres grupos los que pagaron la tasa. "En Vilagarcía hay mucha afición por la música, de ahí que apostemos por mantener los locales", afirma Sandra García.

Cuando el Concello anunció su intención de cobrar a todos los usuarios de las salas de ensayo se creó un gran revuelo. La decisión municipal fue contestada ampliamente, tanto por los propios usuarios como por una treintena de colectivos que, aparte de salir a la calle en una manifestación para mostrar su rechazo a la ordenanza -el documento también fija el cobro en otros espacios culturales municipales, pero solo para entidades con ánimo de lucro-, este movimiento social también llegó al pleno en el que se aprobaba dicha normativa. Fue el 27 de mayo de 2013, cuando se suspendió una sesión plenaria ante el alboroto que reinaba en el salón.