La meañesa Ana María Portas Graña lleva doce años viviendo en la ciudad italiana de Cosenza, situada en un región del sur bañada por dos mares Jónico y Tirreno, y atravesada justo por la cordillera de los Apeninos. Hasta allí se fue para trabajar de enfermera en un hospital privado, una labor que sigue desempeñando hoy. Por el momento no piensa en volver a Galicia porque "aquí estoy bien y tengo trabajo" afirma. Desde Cosenza nos habla de su visión de la crisis española e italiana y de los vínculos que todavía le unen con la localidad meañesa de Simes de la que es natural.

- ¿Que lleva a una meañesa hasta tierras italianas?

- El trabajo. Cuando acabé los estudios de enfermería hace doce años la única manera de entrar a trabajar en el Sergas era haciendo sustituciones, lo que quería decir que tenías que estar a disposición del Sergas los 365 días al año y durante las 24 horas del día, y a mí no me apetecía nada hacer esa vida. Tengo compañeras en Galicia que, después de diez años o más trabajando aún siguen así. No me parece justo, como no son justas tantas otras cosas del mundo laboral en los últimos años. Además me apetecía ver mundo. Al principio dudaba entre Italia, Portugal, Francia e Inglaterra. En aquella época había una carencia muy grande de enfermeros en toda Europa, por lo que podías elegir tranquilamente donde ir a trabajar. ¡Todo un lujo en estos tiempos que corren ahora!

- ¿Y como le llega esa oferta de trabajo?

- Los hospitales italianos, como otros del resto de Europa, colgaban ofertas de trabajo en las universidades españolas, en los colegios de enfermería, en el Inem. Luego fijaban una ciudad y una fecha donde hacer entrevistas colectivas. Si estabas interesado, ibas. En mi caso fui a Madrid. Cada hospital de Italia que buscaba personal mandaba a un representante que exponía su oferta.

- ¿Trabajan más gallegos o españoles en su centro hospitalario?

- No, Cosenza esa es un ciudad pequeña y españoles hay pocos. En todos los lugares donde trabajé nunca encontré gallegos ni españoles.

-- En cuanto al sistema de trabajo, ¿qué fue los que más le llamó la atención del modelo italiano?

- Lo que más el bien que te hacen integrar en el puesto de trabajo, te ayudan un montón, bien sea porque eres nuevo o por ser extranjero. En el primer hospital donde trabajé había muchos extranjeros: españoles, marroquíes, tunecinos, rumanos. Y los italianos nos ayudaban a todos por igual para que nos sintiéramos a gusto. Además está lo bien que trabajan en equipo y la mayor puntualidad en los horarios.

- ¿Y cómo nos ven?

- A los españoles nos tienen muy idealizados, nos adoran, basta con que digas que eres español que ya te ganas muchas simpatías.

- ¿Cómo se ve desde Italia la crisis española?

- Desde aquí se ve como algo surreal, preguntan mucho por ella porque no entienden cómo un país que creció tanto en los últimos años y que llegó a tener el PIB más alto de Europa se estrellara así.

- La crisis también golpea en Italia. ¿Cómo la están percibiendo?

- Cierto, como en el resto de Europa. Aquí la crisis empezó antes que en España, sólo que a mí me parece que no es tan fuerte como ahí, aunque la situación de todas formas es también muy preocupante. Un dato: según el "Sole 24 ore", que es el periódico económico más importante del país, cierran al día en Italia una media de 100 empresas desde hace más de un año. Con esto te digo todo. Los políticos dicen que la crisis se acabó y que nos estamos recuperando.

- Eso me suena. ¿Y la crisis golpea por igual en todo el país o perciben diferencias entre el norte rico y el sur pobre?

- Se siente más en el norte rico, que es donde está el 90 por ciento de la industria del país. En el sur ya siempre fuimos pobres y la situación no cambió mucho. Aquí en el sur se vive más del sector servicios.

-- ¿Qué la diferencia hay entre la sanidad italiana y la española?

- Más o menos es igual, sólo que aquí existe más sanidad privada porque la pública nunca funcionó muy bien. De todas formas la mayor parte de los hospitales privados tienen convenio con la sanidad pública por lo que al ciudadano no le cambia nada, cambia sólo la gestión de la estructuras sanitarias.

- ¿Se perciben en la sanidad italiana los recortes como aquí?

- Aquí los recortes empezaron tiempo atrás, por lo menos diez años antes que en España. Por ejemplo, en los hospitales casi no hay auxiliares de enfermería porque son los propios enfermeros los que proporcionan asistencia integran al paciente y así se ahorran contratos; las sustituciones por vacaciones o por baja laboral breve hace años que no se cubren, es el personal que queda el que tiene que cubrir los turnos de los que faltan; el personal que se jubila no viene reemplazado, ni médicos, ni enfermeros; hace años que rebajaron las pagas por horas extras, entre otros recortes.

- A un vecino suyo de Meaño o de O Salnés que esté pensando en dar el salto a Italia para tratar de buscar un trabajo, ¿qué le diría?

- ¿La verdad? Que se quedase en casa a no ser que quiera venir de vacaciones. Aquí no hay posibilidades de encontrar trabajo en ningún sector.

- ¿Qué echa de menos de Simes y Meaño?

- La familia, los amigos, los paisajes, los pescados y mariscos y, como non, la cocina de mi madre.

-- Cuando cocina platos españoles ¿cuáles tienen más éxito entre los comensales italianos?

- Les encanta la tortilla de patatas, la empanada, las croquetas jamón y la paella de mariscos.

- ¿Y el albariño?

- No se conoce ni se ve por aquí. En cuestión de vinos los italianos son muy nacionalistas, raramente toman un vino de fuera y, cuando lo hacen, se decantan más por los franceses e incluso, por los sudamericanos por eso de probar algo distinto. A mis amigos y familiares de mi compañero les hago probar el albariño cuando lo traigo de mi casa de Simes, y les gusta, pero les recuerda mucho a otro vinos italianos como el "falanghina" e el "greco di tufo".

- ¿Viene a menudo por Simes?

- Voy todos los años y, cuando puedo, dos veces. Cierto que este año no sé todavía cuando voy a ir.

- Y cuando llega ¿qué es lo primero que hace?

- La primera cosa de hago siempre es darle a mi madre una lista con los platos que me tiene que cocinar durante las vacaciones.