Jorge García Pérez estaba ingresado ayer en el Hospital do Salnés. En el accidente sufrió lesiones superficiales en la cabeza, las cervicales y una pierna, así como un fuerte golpe en la espalda. Los médicos creen que podría tener afectada una vértebra, y que incluso podría ser necesario someterle a una operación quirúrgica en un hospital de Vigo o Pontevedra. Mientras ayer trataba de descansar en compañía de su familia, miembros de los equipos de emergencias que permanecían junto al helicóptero siniestrado afirmaban que la pericia del piloto bajando el aparato tras la avería fue vital para que el accidente se saldase sin víctimas mortales.

-¿Qué cree que causó el accidente?

-Todavía no sé muy bien lo que pasó. Escuché un ruido en la parte trasera, como un crack, y ya noté que el helicóptero se iba para la derecha. Entonces busqué el mejor sitio posible para bajar. Entrenamos para eso.

-Parece ser que perdió el rotor de cola. ¿Qué ocurre cuando se produce una avería de ese tipo?

-El helicóptero tiene tendencia a enroscarse y lo que tienes que hacer es coger velocidad para que funcione la aerodinámica y se mantenga recto. Al perder velocidad el helicóptero empieza a girar y hay que quitar un par de fuerzas de gas para que el movimiento quede neutral.

-Cayó en un claro, entre masas de árboles y muy cerca de una línea eléctrica de alta tensión. ¿Lo escogió usted?

-Era el único sitio en el que podía bajar porque vi la línea de alta tensión y ya supe que no la pasaría.

-¿Fue deliberado caer de su lado?

-Pienso que sí. Escoré de mi lado porque de ese modo podía ver hacia donde caía.

-¿Cuánto tiempo transcurrió entre la avería y el accidente?

-Diez o quince segundos.

-¿Y qué se piensa en un momento tan dramático y tan corto?

-En llegar abajo bien, en buscar un sitio y entrar de la mejor manera posible. Lo demás es un poco instintivo.

-Hay gente que tras este accidente quizás piense que la aviación de recreo es peligrosa.

-No creo que sea peligroso con las revisiones que se le hacen a los aparatos y los entrenamientos a que nos sometemos. Hay accidentes de coches, de motos y hasta de bicicletas todos los días. Aunque esto sea más escandaloso.

-¿Era un vuelo contratado?

-Estaba empezando con la empresa. Por el momento me estaba promocionando, pero no estaba vendiendo vuelos. No podía hacerlo hasta dentro de una semana o dos, que es cuando me llegaría el certificado.

-¿Hacia dónde se dirigía?

-Venía del restaurante de unos amigos en Portonovo. Iba con dos amigas hacia Caldas, pero no era un viaje de trabajo.

-Las personas de emergencias que participaron en el operativo creen que ha sido como un milagro que no hubiese víctimas, por donde ha sucedido, el cableado de alta tensión tan próximo...

-También yo lo creo un poco. En una situación así es complicado encontrar un sitio y caer más o menos bien.

-Ante una emergencia de este tipo deben contar mucho la sangre fría y la experiencia.

-Sí. En sanitarios entrenábamos mucho y hacíamos simuladores. Supongo que al final te sale todo.

-¿A qué altura volaba?

-No iba bajo. Volaba a unos 500 pies sobre las casas.