Tres personas resultaron heridas anoche al estrellarse el helicóptero desde el que realizaban fotografías aéreas en un descampado de Cornazo, en las faldas de Monte Lobeira. Pasaban minutos de las 22,00 horas cuando en la base de Protección Civil de Vilagarcía se recibía una alerta de que un helicóptero se había precipitado en un punto indefinido del monte. Varios vehículos del servicio de emergencias peinaron la zona y recorrieron todos los viales que se encontraron entre Renza y Cornazo para tratar de localizar la aeronave antes de que se extinguiese la luz.

La búsquera no resultó nada sencilla, pero lo consiguieron cuando todavía existía algo de claridad natural. Una vez localizados, se complicó el rescate pues el punto era inaccesible en ambulancia, por lo que hubo que socorrerles a pie. Una vez en el punto del accidente se encontraron con dos jóvenes, L.P.G. y L.B.A vecinas de Sanxenxo, ambas con magulladuras y una de ellas en estado de shock. El piloto, Jorge García, vecino de Vilagarcía estaba tumbado sobre el suelo al presentar heridas más graves, aunque permanecía consciente.

Los tres ocupantes del helicóptero se encontraban sobrevolando la ría de Arousa cuando, a la altura de la cima de Monte Lobeira, el rotor de cola comenzó a fallar. El piloto trató de controlar el aparato. No lo consiguió y acabó estrellándose contra un viñedo en las fincas conocidas por los vecinos como de O Alaxo, en la parroquia vilagarciana de Cornazo. El impacto fue en el lateral del piloto, llevándose éste la peor parte. Mientras personal médico atendía a los tres heridos, los efectivos de emergencias procedían a precintar la zona ante el riesgo de que el helicóptero pudiese incendiarse por la pérdida de combustible. A pie se trasladó un extintor especial para minimizar esa posibilidad y permitir a los servicios médicos que atendiesen a los heridos.

Rescatar al piloto resultó más complicado de lo previsto. Ante la imposibilidad de trasladarlo en una camilla, pues la ambulancia no podía acceder, los efectivos de emergencias, optaron por recurrir a un quad para recorrer los 500 metros que separaban el lugar del siniestro con una carretera asfaltada, donde se hizo el trasvase.

El traslado fue muy lento debido a la escasa visibilidad y para evitar que el herido pudiese sufrir más daños de los causados por el impacto contra el suelo. Al lugar del siniestro también acudieron agentes de las policías Local y Nacional, así como de la Guardia Civil para comenzar con las primeras investigaciones sobre lo ocurrido. La aeronave había estado toda la tarde en una boda en Sanxenxo, donde se le vio sobrevolando la zona. Pertenece a una empresa de alquiler de helicópteros, Heliclover.com, y se encontraba precisamente en ese momento realizando un viaje privado con dos jóvenes de la comarca de O Salnés de unos 20 años. La noticia de la caída del helicóptero corrió como la pólvora por Cornazo, y a los pocos minutos de la llegada de los servicios de emergencias, la zona se llenó de vecinos.