El documento de revisión del PXOM de Vilagarcía constata que en la ciudad existen 4.411 viviendas vacías de las 19.748 construidas, lo que se traduce en que una de cada cuatro -un 22%- están desocupadas, una de las tasas más altas de España. El gobierno local empezó a trabajar el año pasado en un proyecto encaminado a que familias con serias dificultades económicas pudiesen residir en estos pisos mediante un alquiler social, previo acuerdo con los respectivos propietarios. Por ahora, la iniciativa no ha cuajado y todavía no ha podido materializarse.

Ni la administración ni la iniciativa privada han dado salida al elevadísimo stock de viviendas que existen en Vilagarcía. Mientras, muchas familias viven al borde de la miseria para poder hacer frente al pago de un alquiler convencional o de una hipoteca. Bien lo saben en las entidades sociales o incluso los propios Servicios Sociales del Ayuntamiento, que en 2013 recibieron 555 solicitudes de ayudas de emergencia (AES), casi el doble que en 2011, cuando se tramitaron 233. En 2012, Ravella computó 319. También hay que tener en cuenta que 2013 fue el primer año en que el Concello prorrogó estas prestaciones hasta seis e incluso nueve meses, dependiendo de cada caso. La duración estándar es tres meses.

Existen tres tipos de AES. Las más numerosas son las de alimentación e higiene, y le siguen las de pago único, que sirven fundamentalmente para pagar gastos derivados de la vivienda como alquiler, hipoteca, facturas, ... El Concello tramitó 202 ayudas de esta modalidad frente a las 116 de 2011. La mayoría fueron de facturas (106), seguidas de alquiler (83) e hipoteca (34). Aunque en la capital arousana no se ha ejecutado ningún desahucio, los datos oficiales demuestran que 117 familias necesitaron que el Ayuntamiento les pagase la vivienda para no quedarse en la calle.