La Xunta de Galicia inició ayer el traslado a otros centros de las 110 personas de la residencia de la tercera edad Valle Inclán de Vilanova que disfrutaban de una plaza concertada. El traslado se produce a raíz de la crisis en que esté inmersa la empresa que gestiona la residencia de Vilanova, y los usuarios han sido derivado a cinco centros, dos de los cuales están en O Salnés: el centro de Geriatros en Ribadumia y la residencia Divina Pastora de Vilagarcía.

Además, también se han reubicado en residencias del grupo Ballesol (que tiene centros en A Coruña y Pontevedra); de la fundación San Rosendo (con ocho residencias en la provincia de Ourense); y de Nueva Vida, con un geriátrico en Andalucía.

La Consellería de Traballo e Benestar explica que los traslados empezaron a primera hora de la mañana y que está previsto que se prolonguen como poco hasta el miércoles. Fuentes del departamento que dirige Beatriz Mato añaden que los nuevos destinos se escogieron tras consultarlo con los propios usuarios, y que a media tarde de ayer no se había producido ninguna incidencia.

Los primeros residentes en abandonar el geriátrico de Valle Inclán lo hicieron a primera hora de la mañana. Ocho de ellos salieron hacia el asilo de Vilagarcía y 18 hacia el geriátrico de Ribadumia. El traslado fue presenciado por delegados sindicales de la CIG, que habían acudido en compañía de un inspector de Trabajo para solicitar la reincorporación de cuatro trabajadoras con sentencias judiciales de readmisión. La sindicalista Ester Campoamor explica que a primera hora de la mañana había dos ambulancias, otros dos coches particulares y que poco después llegó un taxi adaptado.

A partir de entonces fueron desfilando por delante de la residencia ubicada en As Sinas distintos vehículos para llevar a los usuarios a sus nuevos destinos. La Xunta de Galicia sacó a concurso las 110 plazas concertadas que tenía la Valle Inclán, y las cinco ofertas seleccionadas fueron las del asilo de Vilagarcía, el geriátrico de Ribadumia y los grupos San Rosendo, Nueva Vida y Ballesol.

Esta medida solo afecta a las familias con usuarios en régimen de concierto, por lo que el geriátrico de Vilanova seguirá funcionando para los usuarios con plazas privadas. El centro está inmerso en un proceso concursal y un largo conflicto colectivo.