El mildiu sigue su avance por las diferentes plantaciones de la provincia. No obstante, la bajada de las temperaturas experimentada en los últimos días ha logrado frenar su evolución, o al menos contener los efectos que puede causar en la vid. Además, el estado vegetativo del viñedo hace que no exista excesiva preocupación, aunque sí expectación, sobre todo ante la inestabilidad meteorológica y la incertidumbre sobre lo que puede suceder a corto y medio plazo.

Esto supone que los viticultores deben permanecer atentos a la evolución de sus viñedos, sobre todo pensando en aplicar tratamientos en cuanto deje de llover, especialmente si constatan que los productos fitosanitarios utilizados anteriormente no han surtido efecto.

Desde la Diputación de Pontevedra alertan de ello, y al tiempo que anuncian la detección de nuevas manchas de mildiu en las viñas aconsejan prestar atención al kiwi y a los efectos que el oidio pueda tener sobre el membrillero.

El ente provincial hace estas recomendaciones en base a los informes emitidos por los técnicos de la Estación Fitopatológica Areeiro (EFA), que se resumen a continuación a modo de guía de consulta para viticultores, horticultores y ciudadanos en general:

Mildiu. En la EFA son conocedores de que "la mayoría de los viñedos ya han recibido el primer tratamiento o se está realizando, pero es importante vigilar la evolución de los síntomas y comprobar que las intervenciones realizadas hayan sido eficaces".

Lo plantean así tras advertir de que "las temperaturas más frías de estos últimos días han contribuido a frenar el avance del patógeno, y según las diferentes previsiones meteorológicas parece que van a continuar bajas las nocturnas, y suaves las diurnas, aunque con tendencia a subir hacia finales de la próxima semana". Si esto sucede, "el riesgo de infección no será extremo, pero sí medio, y más alto al final del período por el ascenso térmico".

En su último aviso fitosanitario, y a modo de consejo, la EFA sugiere que "con los productos sistémicos o penetrantes, que son los que aplicamos en este momento, si transcurre una hora entre la aplicación y las precipitaciones la viña queda protegida, por lo que se pueden aprovechar los claros para su realización".

La EFA hace también alusión a las plantas conducidas en espaldera o bajas, pues "es importante mantener bien segada la cubierta vegetal del viñedo". Esto se debe a que "las gramíneas y otras plantas suben de altura y no deben alcanzar a los órganos de la viña, para no incrementar la ya elevada de por sí humedad que se registra".

Oidio. Aunque el mildiu está latente, otra enfermedad temida por los viticultores, el oidio, sigue afortunadamente desaparecido. En la EFA sostienen que "no se han detectado los primeros síntomas, y tampoco las condiciones ambientales son favorables al hongo, por lo que no es necesario añadir azufre u otros antioidios en los tratamientos antimildiu".

Polillas del racimo. Los expertos consideran que el actual es "un buen momento para empezar a instalar las trampas de feromonas para el seguimiento de las poblaciones de la polilla del racimo".

Ácaros. Respecto a los ácaros, el personal de la EFA visto síntomas "aislados", por lo que su presencia "carece de importancia en nuestra zona".

Dicho esto puntualizan que "tanto en nuestras parcelas de seguimiento como en las muestras recibidas no hemos detectado poblaciones de acariosis (Calepitrimerus vitis) que sí es más nocivo".

Los síntomas causados por este último ácaro "pueden confundirse con algunas patologías o con ciertas fisiopatías, y deben ser confirmados antes de aplicar un tratamiento, con el fin de proteger a los ácaros útiles fitoseidos (enemigos naturales muy eficaces de las arañas rojas), muy abundantes en parcelas con pocas intervenciones".

Caracoles. Al emitir su informe sobre todas las amenazas o afecciones que puedan perjudicar al viñedo, los técnicos de la EFA explican que "únicamente se observan algunas hojas con daños por caracoles y algunos brotes y hojas aislados con roturas por viento".