La diputada del BNG en el Parlamento de Galicia, Montserrat Prado, se mostró poco satisfecha con la respuesta del conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, a su pregunta sobre la defensa del comercio local frente a la posible creación de una gran área comercial en Vilagarcía en los terrenos de la antigua fábrica Megasa. Conde le aseguró que será la ley la que determine si la gran superficie comercial cumple las condiciones necesarias.

La sesión parlamentaria fue seguida por una representación del colectivo de comerciantes de Vilagarcía que acudió a Santiago para ver el debate desde la tribuna de invitados de la Cámara. La diputada nacionalista pretendía una respuesta de las previsiones del gobierno gallego ante la posible instalación de una gran superficie comercial en Vilagarcía que, a su juicio, "no paga impuestos en Galicia, precariza el empleo y destruye el sector comercial gallego".

Prado aseguró que la pelota está en el tejado de la consellería "porque es la que tiene que impedir la futura instalación comercial". Preguntó al conselleiro de qué lado estará cuando llegue a la Consellería la petición para autorizarla y añadió "los comerciantes quieren saber qué va a hacer la Consellería que dirige Francisco Conde".

La respuesta del titular de Industria fue, según explicó después la diputada nacionalista, que será la ley la que determine si la gran superficie comercial cumple con las condiciones necesarias para su instalación en Vilagarcía de Arousa.

Montserrat Prado insistió en la necesidad de defender al sector del comercio gallego frente a la pretensión del proyecto de una gran superficie comercial prevista en Vilagarcía de Arousa porque el pequeño y mediano comercio "es vertebrador y motor económico de las pequeñas villas gallegas".

La diputada nacionalista, que contrapuso la gestión política en materia de comercio entre el BNG y el PP, expuso los logros de su agrupación política al frente de la Consellería y en la Dirección Xeral de Comercio.

Prado manifestó que la realidad comercial gallega se vio alterada por la proliferación de grandes superficies comerciales que ocasionaron la "degradación de los centros urbanos, la pérdida de puestos de trabajo y la fragilidad en otras actividades". Finalmente apeló a la difícil situación que atraviesa el pequeño y mediano comercio para pedir que no se permita la instalación de una futura gran área comercial en Vilagarcía.