Los delegados del sindicato CIG en las comarcas de O Salnés y Ullán celebraron ayer en Vilagarcía una asamblea para analizar la situación laboral en estas zonas y plantear las medidas a adoptar en reivindicación de los empleos. El responsable comarcal de CIG, Xoán Xosé Bouzas Aboi, denuncia que la situación de crisis ha provocado entre 2008 y 2012 el cierre de numerosas empresas hasta el punto de contabilizar en la actualidad más de 19.000 parados. De estos demandantes de un puesto de trabajo, 11.000 ya agotaron las prestaciones y actualmente no están cobrando ningún tipo de subsidio.

"De momento, según los datos oficiales a los que hemos tenido acceso, quedan 8.000 desempleados que aún perciben algún tipo de prestación", declaró el responsable comarcal de la Intersindical Galega.

Lo que no han conseguido los sindicalistas es el desglose del tipo de subsidios que perciben los parados, ya que entre los que cobran están también los que agotaron el paro pero tienen derecho a una ayuda familiar.

Otra de las consecuencias del cierre de numerosas actividades empresariales es la reducción en el número de delegados sindicales que integran los comités de empresa. En el caso del sindicato CIG a nivel comarcal, han pasado de los 200 delegados del año 2008, a los aproximadamente 140 de la actualidad.

La preocupación de la Confederación Intersindical Galega continúa porque se mantienen varios conflictos laborales en las comarcas de O Salnés y Ullán, que implican la pérdida de más puestos de trabajo.

Unidad sindical

Ante esta situación el sindicato decide mantener la unidad con otras organizaciones sindicales en lo que respecta a las acciones que lleven a cabo los comités de empresa en la defensa de los puestos de trabajo. "Mantenemos la unidad sindical en aquellos conflictos en los que estamos representados, pero no en la forma de hacer sindicalismo", puntualizó Xoan Xosé Bouzas.