El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en un informe firmado por José Miguel Ramírez González, hace alusión a las amenazas que acechan a la focha común. "Debe tenerse en cuenta que los cambios en su hábitat tradicional pueden influir de manera muy notable en los efectivos poblacionales -argumenta-; como causas de regresión a escala regional se citan la presión cinegética y la alteración de los medios acuáticos que ocupa, o la destrucción de dichas áreas", y si a esto se suma "el régimen hídrico temporal de gran parte de los humedales españoles", parece evidente que "los efectivos poblacionales pueden sufrir grandes descensos en periodos en los que dichos factores actúen de manera conjunta". Ante esto, "las medidas de gestión para mantener el estado actual de una población estable o en ligero ascenso a escala general, pasarían por la racionalización de la presión cinegética, adecuándola a las características ecológicas de los humedales cada año, así como evitar la eutrofización y destrucción de las zonas húmedas".

Se trata, por tanto, de apostar por humedales como el que integra la laguna A Bodeira, siendo ésta una necesidad planteada ya en numerosas ocasiones y vital para la preservación no solo de la focha común, sino también de otras muchas especies de flora y fauna.