Otra de las especies "clave" para el sector, especialmente para el marisquero, es el berberecho, afectado desde hace unos años por una intensa mortandad que lo ha diezmado en toda la ría. En Cambados, por ejemplo, se ha pasado de los casi 70.400 kilos de 2006, que generaron un volumen de negocio en la lonja de 210.000 euros, a apenas 200 en lo que va de año. En Vilanova los 131.500 kilos de 2009 han pasado a apenas 1.200 desde el pasado enero, y en O Grove de los 80.000 kilos de 2010 se pasó el año pasado a menos de 200.

La mortandad del berberecho también se deja sentir mucho en Carril, en cuya lonja se vendieron en 2010 511.000 kilos. Al año siguiente hubo menos mariscos a la venta en la lonja, pero generaron más ingresos, con una recaudación total que superó los dos millones de euros. El año pasado, sin embargo, se subastaron poco más de 100.000 kilos, con una facturación de 305.000 euros, y en lo que va de 2014 los menos de 32.000 kilos vendidos han generado 85.500 kilos.

Unos datos que ahondan en las dificultades que atraviesa el sector tras un invierno extraordinariamente lluvioso, lo que provocó intensas riadas de agua dulce y la consiguiente mortandad de marisco en amplias zonas de la costa arousana.