Los descendientes de Francisco Asorey ven cada día más difícil poder traer a Galicia "A Naiciña", una de las esculturas más emblemáticas del cambadés y que salió de Galicia rumbo a Argentina en la década de los 20 del siglo pasado. Una de las razones es el elevado coste del traslado de la obra, pues supera los 15.000 euros.

La familia Asorey y diversas administraciones públicas están organizando actividades de homenaje al cambadés con motivo del 125 aniversario de su nacimiento. Una de ellas es una exposición, que pasará por Santiago de Compostela y Cambados. Hace unos meses, la familia Asorey localizó "A Naiciña" en un museo de Argentina -hacía décadas que se desconocía el paradero exacto de la escultura- y desde entonces iniciaron las gestiones con la intención de traerla a Galicia y convertirla en la "estrella" de la exposición de este año.

Políticos, historiadores del arte y creadores apuntaron enseguida que sería un gran logro cultural que "A Naiciña" regresase temporalmente a Galicia, al tratarse de una de las obras más emblemáticas de Asorey y llevar muchas décadas en la "emigración". Pero esta posibilidad se aleja. Tal y como admite el secretario de la asociación Asorey "no lo descartamos, pero lo vemos cada vez más difícil".

Vicente Pérez argumenta que por un lado "la exposición se compondrá básicamente de esculturas que muy poca gente ha visto, con lo que no sabemos muy bien qué encaje tendría en la muestra "A Naiciña", y en segundo lugar está la cuestión económica". En este sentido, Pérez desvela que el coste de trasladar la escultura desde Argentina a Galicia superaría los 15.000 euros, entre el transporte aéreo, los seguros, los gastos de devolución y el billete y la estancia durante cuatro días del "correo", que es como se conoce en el mundo del arte a la persona que tiene que desplazarse con la obra para velar por su seguridad.

"Nosotros no podemos asumir ese gasto porque ya estamos corriendo con otros muchos de este año de actividades -añade el secretario de la asociación Asorey, cuyos máximos responsables son un hijo y la nieta del artista-. Entendemos que tendría que ser la administración pública quien asumiese el traslado. Pero tampoco le podemos pedir mucho más a las administraciones porque ya se están portando muy bien con nosotros. Y por otra parte, ya vemos que vamos muy justos de tiempo, con el catálogo a medio hacer".

Por otra parte, la asociación ha recibido una acreditación firmada del museo de Rosario donde está "A Naiciña" que certifica que la pieza conserva la policromía original y que no tiene partes repintadas, como temían la familia y los expertos tras ver la primera fotografía difundida de la talla poco después de su "hallazgo".