La Xunta saca a concurso la mejora de las estaciones de autobuses de Vilagarcía, Pontevedra y Lalín por un importe de 228.931,03 euros (IVA y beneficio industrial incluidos). El grueso de la inversión se destina a la terminal pontevedresa, mientras que a la arousana solo le tocará un pellizco, similar al del municipio del Deza pese a tener la mitad de habitantes (20.048). El presupuesto en ejecución material roza los 18.000 euros en ambos casos. Con todo, y teniendo en cuenta el deficitario estado de las instalaciones de la estación de Vilagarcía, el Concello y una de las empresas que operan allí -Pereira- coinciden en recalcar que cualquier inversión es bienvenida por modesta que sea.

La actuación se enmarca en el Plan Renove que la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas tiene en marcha con cargo a a los fondos europeos -en un máximo de un 80%-. En el caso de Vilagarcía, la mayoría de la partida se destina a mejora de las instalaciones. Entre las actuaciones previstas figura la reparación del acceso rodado a la dársena, "dañado de forma notable en un amplia zona", advierte el proyecto.

También se contempla la colocación de un detector de presencia en las puertas correderas de acceso a la estación y de salida del andén, puesto que si una persona se para entre las hojas de la puerta no es detectada y se cierra automáticamente.

Se arreglarán los bordillos del andén de pasajeros, que se encuentran separados de la acera, dejando un hueco "que puede producir accidentes", reza el documento.

Para resolver las humedades se instalarán tubos de aliviadero en los canalones de la fachada central y de la noroeste para evitar reboses de agua. Se sustituirán dos bajantes y las goteras de la entreplanta se erradicarán con el sellado de una cubierta translucida.

El proyecto incluye pintar los interiores que se encuentren en mal estado, así como adecentar los aseos y cerrar con un tabique de pladur las antiguas taquillas, las cuales están en desuso, y se convertirán en un espacio dedicado a archivo o almacén.

En lo que se refiere a las obras pensadas para mejorar la accesibilidad a la estación de autobuses, destaca la ampliación de la acera que rodea el edificio -construido en 1986-, pues en una pequeña zona por la que pasan los autobuses no fue prevista. Los técnicos ven viable prolongarla con un ancho mínimo de 1,20 metros sin afectar al paso del transporte. De esta forma el acceso peatonal se une desde el frente del edificio al andén. Ahora los viandantes tienen que invadir el lugar por el que salen los autobuses de la terminal.

Las dos rampas de la puerta principal se completarán con pasamanos de acero inoxidable. Hay otra rampa que se combina con un peldaño de 12 centímetros, el cual será demolido para facilitar el tránsito de las personas con movilidad reducida.

En la fachada del edificio de la estación, por la calle López Ballesteros, se prevé pintar un paso de peatones en el vial ubicado entre el aparcamiento público y la entrada al edificio, así como una señal informativa de las plazas de estacionamiento para minusválidos.

Las obras en la estación de Vilagarcía tienen un plazo de ejecución de dos meses desde la adjudicación del contrato. Las actuaciones en las terminales de O Grove, Cambados y Sanxenxo, también recogidas en el Plan Renove, tendrán que esperar a una segunda fase.