La historia se repite. El fuego declarado la madrugada del domingo en una casa de la avenida Rosalía de Castro no ha sido el único incendio de estas características ocurrido en Vilagarcía durante los últimos años. Aunque en distintas fechas y ubicaciones, sucesos como los de Vista Alegre (donde una casa se quemó hasta en tres ocasiones -2009, 2011 y 2012-), A Escardia (una vivienda en 2008 abandonada fue pasto de las llamas), Trabanca Badiña (el habitante de una casa ruinosa apedreó a los bomberos en 2012 cuando iban a sofocar el fuego) o el reciente de Rosalía de Castro tienen un nexo en común: inmuebles vacíos y en un pésimo estado de conservación que los okupas aprovechan para habitarlos. Cabe recordar que Vilagarcía es uno de los municipios de España con una tasa más elevada de viviendas vacías: ronda las 4.000.

Ya fuese por despistes o de forma intencionada, las llamas devoraron en los últimos tiempos varios edificios y también barcos abandonados, e incluso en alguna ocasión llegaron a cobrarse vidas. Es el caso del narcobarco Abrente. Ocurrió el 10 de mayo de 2004, hace casi una década. La desolación entre los efectivos que participaron en aquella extinción fue absoluta, pues durante el incendio uno de los okupas que vivía en la embarcación se encontraba dentro, pidiendo auxilio a través del ojo de buey. Pero no fue posible rescatarlo con vida.

Era la tercera vez en poco tiempo que los efectivos actuaban traídos por siniestros en los narcobarcos. El 1 de septiembre de 2003 el Abrente sufría otro incendio que afortunadamente no registró víctimas.

Semanas después, un okupa que pernoctaba en el Poseidón I fallecía ahogado cuando intentaba subir al barco.

Estos fueron los finales más tráficos de las apropiaciones de bienes ajenos, pero se han detectado muchas más a lo largo de la última década en la capital arousana. En unos casos se declararon incendios y otros simplemente generaron quejas vecinales, como por ejemplo la ocupación de la antigua sede del Liceo Casino, en Ravella, la del Balneario de Compostela, unos chalés de la calle Sartaches de Vilaxoán o en la urbanización de Villa Güimil.

El hórreo del parque de A Xunqueira también es uno de los cobijos frecuentados por "sin techo". De hecho recientemente, en febrero, los servicios de emergencias evitaron que un bote de humo prendiese fuego al conocido piorno.

El inmueble que ha traído de cabeza a los efectivos antincendios en los últimos años ha sido el número 54 de la calle Vista Alegre, un edificio en completo estado de abandono en el que se produjeron tres incendios entre 2009 y 2012. Estaba habitado por okupas.

Edificio Lara

Pero sin duda la construcción más céntrica y que durante más tiempo sirvió de techo a personas sin hogar o adictas a las drogas fue el edificio Lara, en la plaza de Galicia. Estuvo durante unas dos décadas, tiempo que aprovecharon los okupas para habitarlo.

Actualmente la zona de Vilagarcía en la que se concentran más okupas es el conocido como el barrio de La Prosperidad, que, paradójicamente actualmente está en completa decadencia, pues varias de sus lujosas casas antaño hoy están sumidas al más completo abandono. Prueba de ello es la del número 75 que ardió el domingo. Desde Emergencias tienen localizadas varias viviendas vacías de esta zona de Rosalía de Castro que personas ajenas a la propiedad utilizan para pasar la noche.