Marcos Roma se estrenó ayer como nuevo Jesucristo en la Semana Santa de Paradela (Meis), sustituyendo así a Enrique Barros, que llevaba trece años protagonizando ese papel. El nuevo Jesús, de 24 años y vecino de parroquia, admite que a priori la propuesta no le ilusionó demasiado. "Al principio no me apetecía mucho porque es duro, hay que estudiar mucho, es mucho diálogo". Pero este carpintero de aluminio -y camarero los fines de semana- se animó y se siente con ganas de continuar encarnando a Jesús los próximos años.

Para él el día de ayer fue más un ensayo que una representación en sí, pues no tenía texto. Lo "gordo" llega el jueves y el viernes. "De momento estoy tranquilo, a ver el jueves", sonríe. Preparar las representaciones ha exigido horas y horas de ensayo. "Llevamos tres meses preparando la Semana Santa. Nos reuníamos los lunes, miércoles y viernes, a veces de ocho de la tarde a una de la mañana".