La cofradía de A Illa ha pactado con los representantes sindicales de sus trabajadores una reducción salarial del 10 por ciento, con la cual se evitará tener que renovar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se puso en práctica durante el año pasado.

El patrón mayor, Manuel Ángel Iglesias, explica que el año pasado se facturaron unos 4.370.000 euros -en torno a 300 menos que en 2012-, lo que supuso cerrar el ejercicio de nuevo con pérdidas. "El balance fue negativo, de unos 80.000 euros entre ingresos y gastos", apunta el presidente del pósito.

A la vista de estas cuentas, la dirección de la cofradía se vio en la tesitura de renovar el ERE, de prescindir de parte de la plantilla (compuesta actualmente por 18 personas) o de bajar el sueldo de los trabajadores. Al final, optaron por esta última posibilidad, al considerarla la menos lesiva para el conjunto de la plantilla y porque, además, permitirá mantener los servicios.

Iglesias explica que "por una parte en 2013 nos encontramos con problemas de funcionamiento en la lonja y por otro ya había gente que con el ERE ya había agotado su paro. Lo que pretendemos nosotros con esta medida es no tener que despedir a nadie".

Revisión anual

La cofradía y los trabajadores acordaron que la reducción salarial se revisará año a año dependiendo de la facturación del pósito. Así, a medida que ésta vaya repuntando se aumentarán gradualmente las retribuciones del personal.

A Illa fue una de las cofradías que en 2013 tuvo que acogerse a un ERE debido a la merma de sus ingresos. En los últimos meses la situación apenas ha mejorado, de ahí que Manuel Ángel Iglesias haya indicado que es necesario seguir apostando por la contención del gasto. "Tenemos que aplicar una política de austeridad. En los cuatro últimos años hemos reducido los gastos en un 60 por ciento, entre combustibles, seguros y sueldos".