Tres años han pasado desde que el proyecto de remodelación de las casas de O Campaneiro y Dona Tomasa, en A Illa de Arousa, recibieran el visto bueno del Ministerio de Fomento para su rehabilitación integral. Desde aquel entonces, poco o nada se ha avanzado al respecto, motivo por el cual el regidor de A Illa, Manuel Vázquez, volvió esta misma semana a intentarlo en forma de misiva a la titular del departamento, Ana Pastor.

Aprovechando el reciente periplo por la comarca de la ministra, Vázquez ha vuelto a enviarle una carta recordándole la existencia del proyecto, que cuenta con dictamen favorable del departamento de Pastor para ser acometido, y una entrevista personal para explicárselo de forma pormenorizada. El máximo responsable del Concello de A Illa entiende que el proyecto de rehabilitación de las dos viviendas modernistas, adquiridas por la administración local en 2010, ya debería haber sido acometido y que es una oportunidad para la responsable de Fomento de "demostrar que su departamento no se guía solo por cuestiones de color político, sino que invierte allí donde adquiere un compromiso".

Mientras esperan a que el Ministerio de Fomento se decida a financiar la rehabilitación, las dos viviendas comienzan a sufrir el paso del tiempo, con daños que pueden acabar convirtiéndose en irreparables si no se actúa lo antes posible sobre ellos.

El proyecto de rehabilitación de las dos viviendas, construidas en la etapa cumbre de la conserva en A Illa, asciende a 1,2 millones de euros y fue diseñado en su día por el arquitecto Manuel Gallego Jorreto, que otorgó a las viviendas un rol perfectamente definido. En la casa de Dona Tomasa, el proyecto contempla la creación de una biblioteca pública, que incluye una zona infantil en el bajo y un espacio diáfano en la primera planta para sala de lectura y un pequeño depósito. La zona principal de almacenaje de los libros se situará en el bajocubierta.

En lo que respecta a la casa de O Campaneiro, de mayores dimensiones, la intención es construir un salón polivalente y una cafetería en el bajo, mientras que en el primer piso se ubicará un salón social con paredes móviles para su ampliación, con un pequeño despacho para el Club de jubilados. El desván acogerá un archivo municipal de considerables dimensiones.