¿Tiene Vilagarcía suficientes zonas verdes? Según la empresa encargada de redactar el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), no. En los foros virtuales arousanos la opinión ciudadana mayoritaria es la misma. Sin embargo, esta reflexión contrasta con el olvido y, a veces, abandono de numerosos pulmones del municipio, que han ido perdiendo el favor de los vecinos o, directamente, nunca lo han tenido.

Es el caso del paseo de la desembocadura del río de O Con frente a la zona del mercado y el llamado "Triángulo", zonas que en su día fueron explotadas por los jóvenes que hacían botellón, hasta que los conflictos superaron a la diversión y abandonaron el emplazamiento. Desde entonces, casi nadie lo utiliza.

El caso más claro quizás esté en los jardines del Centenario, en zona portuaria. En pleno centro urbano y formando parte de la fachada marítima, este parque está permanentemente vacío. De forma parecida a lo que sucede con el "Triángulo", el Centenario solo estuvo concurrido tiempo atrás, en los 90, cuando era lugar habitual de trapicheo. Cuando el mercado de la droga se fue ocultando de la vista pública, el parque se quedó solo.

No muy lejos de estas dos zonas verdes se encuentra el Enrique Valdés Bermejo, "O Castriño", espacio natural de excepción que fue ampliado en los últimos años hacia el yacimiento del Castro Alobre, generando un auténtico pulmón a menos de medio kilómetro de la ciudad, pero casi siempre vacío.

El alcalde, Tomás Fole, lo visitó oficialmente el año pasado para anunciar su intención de "hacerlo más visible" y así acercarlo a la ciudad. Y es que, la entrada de Vista Alegre es apenas un corredor esctrecho que parece no llevar a ninguna parte, pese a estar pegada al conjunto del convento, la iglesia y el pazo. El Concello espera la intervención comprometida por la Diputación en el castro para mover ficha.

Otro parque que cuenta con pocas visitas es el de A Coca, entre A Florida y A Laxe, zona natural de expansión urbana de Vilagarcía. Cada vez más poblado, este barrio da cierta vida a este paseo fluvial, siendo la mayoría de usuarios padres con niños pequeños y personas que pasean a sus perros.

Sin embargo, A Coca está muchas veces vacía y su estado de conservación deja mucho que desear, con un tramo de la pasarela de madera suspendido literalemente sobre una caída de varios metros y una parte del paseo que Ravella quiere incorporar al Catálogo de Bienes a Conservar pero podría venirse abajo cualquier día.

Fuera de Vilagarcía, en Carril, existe otra zona verde con escasa afluencia, la de Os Anxos La relativa distancia con el centro de la villa y el fracaso de ventas de las viviendas de la urbanización en la que se ubica penalizan este parque.

Javier Montero, del Área de Rehabilitación Integral de Vilagarcía, explica en parte este tipo de abandonos sociales de parques. "Esta ciudad está mal conectada y la psicología de sus habitantes hace crecer unas distancias que realmente son escasas. Hay que trabajar en la interconexión", propone.