La teoría dice que el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) "realiza una investigación orientada y aplicada, cuya finalidad es lograr la gestión racional y eficaz de los recursos marinos renovables, en el ámbito geográfico de competencias de la Comunidad Autónoma de Galicia".

En la práctica, de estas instalaciones asentadas en Corón (Vilanova) salen buena parte de los estudios que permiten conocer más y mejor a las diferentes especies que pueblan los mares gallegos, así como detectar sus amenazas y determinar el rumbo correcto para su adecuada explotación comercial, con lo que todo esto supone de adopción de medidas que contribuyan a la preservación de los caladeros y a la obtención de mayores ingresos por parte de pescadores, mariscadores y bateeiros.

El año pasado, sin ir más lejos, se desplegaron una decena de acciones científicas en las que aparece personal del CIMA como investigador principal, es decir, al margen de los proyectos en los que este centro colabora con otros o con instituciones y organismos de todo tipo.

Entre las acciones que tienen al CIMA al frente están el estudio de las diferencias de toxicidad estimada por LC-MS/MS (el llamado método químico de análisis de biotoxinas) y los bioensayos en ratón, tratando de determinar también las repercusiones de los cierres de bateas tanto para la explotación del mejillón como para la salud humana.

Se trata, por tanto, de determinar los perjuicios que puede causar el método químico impuesto por la UE para la producción de mejillón, al igual que se evalúa el crecimiento estacional y anual de navaja, longueirón y longueirón viejo en diferentes ambientes productivos de Galicia. Los bancos naturales de coquina y su desaparición en Galicia también centran el estudio del CIMA, al igual que la irrupción de especies exóticas, las "dietas sostenibles para lenguado senegalés" o la epidemiología de la almeja rubia.

En colaboración con una planta de cultivos marinos asentada en Ribadeo, las instalaciones de Vilanova -dependientes de la Consellería do Mar- realizan un extenso y bien valorado trabajo en áreas como la de "procesos oceanográficos costeros". El objetivo aquí no es otro que la obtención de conocimientos que permiten un estrecho seguimiento de la oceanografía desde el punto de vista de la producción de los recursos pesqueros y marisqueros.

En este caso, "las líneas de investigación se relacionan principalmente con los episodios de toxicidad originados por el fitoplancton", indican en la Xunta.

La segunda gran área de trabajo es la de "recursos marinos", donde se intenta "conocer la biología, ecología y dinámica de poblaciones de las especies marinas con interés comercial para mejorar la gestión de los recursos naturales".

En tercer lugar, pero no por ello menos importante, aparece el área de "acuicultura", en la que se sientan las bases para "desarrollar y mejorar los procedimientos de cultivo de las especies marinas consideradas de interés comercial".

Y por último, los investigadores, biólogos y demás personal del CIMA de Corón prestan especial atención al área de "patología", en este caso para "estudiar las alteraciones patológicas que afectan a los moluscos bivalvos con interés comercial, para establecer estrategias eficaces de lucha que permitan minimizar los efectos patogénicos".