Las constantes lluvias que ha soportado la ría de Arousa en los últimos meses han comenzado a pasar factura a la salinidad del agua, y por ende, a provocar una importante mortandad en la producción marisquera.

Un ejemplo de ello es lo que se encontraron en el día de ayer las mariscadoras de Vilanova cuando bajaron a faenar a uno de sus bancos más productivos de la zona de O Terrón, el conocido como O Bote. Cientos de kilogramos de almeja babosa se encontraban muertas o moribundas, lo que supone un nuevo golpe para el sector que sigue sin recuperarse de la crisis económica y de la caída en picado que han sufrido los precios en los últimos tiempos.

La patrona mayor de la Cofradía de Vilanova, Evangelina Lago, se mostraba ayer desolada con la situación que se han encontrado en la playa al bajar a mariscar. "La almeja babosa está toda muerta y no hay prácticamente nada aprovechable, menos mal que la japónica y la fina han aguantado mejor estos temporales, pero me temo que las pérdidas y el perjuicio económico para las mariscadoras es incalculable", explica Lago.

Para la patrona mayor no existe ninguna duda, lo que ha provocado esta mortandad es "el exceso de agua dulce que existe en la ría por las constantes lluvias, lo que supone un descenso de la salinidad que algunas especies, como la babosa, son incapaces de soportar". Lago se va a dirigir al presidente de la Federación Galega de Confrarías, el cambadés Benito González, para que trate de cerrar una reunión con la titular de la Consellería do Mar, Rosa Quintana, y "pedirle algún tipo de medida que palíe las pérdidas que estamos sufriendo, porque esto va a ser un auténtico desastre para el sector, va a ser un nuevo golpe del que vamos a tardar mucho en recuperarnos". De hecho, considera que la situación es peor que la que se vivió en 2001, cuando la gran cantidad de lluvia caída provocó importantes mortandades en los bancos marisqueros, un problema que necesitó la habilitación de ayudas a determinadas cofradías por la situación en la que quedaron.

En el caso vilanovés, insiste lago, "venimos de un año en el que las mariscadoras han debido facturar una media de 6.000 euros, y ahora esto no nos permite ni recuperarnos, porque en el mes de enero no hemos conseguido 50 euros libres; queríamos que se acabase el año 2013 por lo pésimo que fue, pero éste lo hemos empezado todavía peor".

La situación no es exclusiva de Vilanova, sino que se extiende en mayor o menor medida por todas las cofradías de la ría de Arousa, que han visto como sus principales bancos marisqueros sufrían una considerable mortandad de almeja. En el otro lado del puente, la presidenta de las mariscadoras, Sita Castro, apuntaba ayer que "todavía no hemos podido hacer una valoración en profundidad de lo que está ocurriendo ya que las mareas no han sido lo suficientemente profundas, pero ya hemos detectado alguna mortandad aunque haremos una inspección más en profundidad en los próximos días".

La máxima responsable del marisqueo a pie de A Illa ya lleva denunciando muchos meses la pésima situación en la que se encuentran mariscadoras y marineros por el precio que alcanza el producto en la lonja, e incluso, han optado por dejar de faenar en más de una ocasión para no "regalar" su trabajo.