La aparición de una nueva tasa sobre las embarcaciones ha levantado un importante malestar entre los marineros de la flota de bajura de la ría de Arousa, que ven como están siendo sometidos a una carga impositiva por parte de la administración que pone en riesgo su supervivencia como armadores. En esta ocasión, los armadores deben hacer frente a la "Tasa de ayuda a la navegación" incluida en la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante.

Se trata de una especie de impuesto aprobado el pasado 24 de enero por el Gobierno del Estado y que entró en vigor dos días después o no pueden despachar su embarcación para faenar en Capitanía Marítima.

Aunque la cantidad que deben abonar no es excesiva, ya que asciende a 28,50 euros anuales, "esta se suma a todas las tasas y seguros que debemos hacer frente", explicaba ayer un marinero antes de afirmar que "nos sentimos totalmente acribillados a impuestos por la administración". No en vano, en los últimos dos años, el sector ha sufrido una importante crisis de precios que ha mermado de forma considerable su capacidad adquisitiva, pero la presión fiscal no se ha mantenido, sino que en muchos aspectos se ha incrementado, por lo que algunos armadores temen no poder soportar esta situación y verse obligados a dejar el mar al no poder hacer frente a la gran cantidad de gastos que tienen que soportar.

El pago de esta cantidad debe realizarse en la Autoridad Portuaria de Vilagarcía o a través de un número de cuenta en una entidad bancaria, fórmula que no se emplea en otro tipo de elementos obligatorios que deben cumplir los marineros, como en el caso de la hoja de asiento. En caso de no abonarse "desde Capitanía Marítima se asegura que no se nos va a despachar el barco para poder trabajar".

En el decreto aprobado el pasado 24 de enero, los armadores de la flota de bajura también consideran que se registra un importante agravio comparativo con la flota de la séptima lista o de recreo cuya eslora es inferior a los nueve metros. Estas embarcaciones también tienen que abonar una cantidad a través de esta tasa pero tan solo una única vez, "mientras a nosotros se nos obliga a pagarla todos los años, algo totalmente incomprensible".

La aplicación de esta tasa golpea directamente en un sector, el de la bajura, que ha visto como los precios de sus capturas han caído en picado en los últimos años, disminuyendo la capacidad adquisitiva que posee. Además, en las últimas semanas, la mayor parte de la flota no ha podido faenar por causa de los temporales, lo que les ha dejado sin ingresos.