Los desperfectos causados por "Petra" el pasado martes en el colegio Viñagrande, en la parroquia vilanovesa de San Miguel de Deiro, han obligado a Educación a buscar acomodo al centenar de niños mientras duren las obras de reposición del tejado. Ese acomodo será otro centro educativo ubicado a escasos kilómetros, San Bartolomé de Tremoedo, donde van a comenzar a recibir clases el próximo lunes para evitar que puedan perder parte del curso, 95 de los 105 alumnos con los que cuenta el centro. Los otros diez, de tres años, serán trasladados a la unitaria de Tremoedo. Tampoco se descarta que se utilicen dependencias municipales como la casa da Cultura de San Miguel de Deiro o los antiguos colegios de A Prixela.

La decisión de reubicarlos se adopta después de que los técnicos de la Consellería y el propio jefe territorial, César Pérez Ares, acudiesen ayer al centro para comprobar el alcance de los daños provocados por "Petra" y tomar una decisión sobre donde reubicar a los 105 alumnos y profesores. El efecto de los vientos obliga a cambiar toda la cubierta e instalar una nueva, obras que desde la jefatura calculan que duraran entre cinco días y una semana, aunque su inicio es incierto debido a los constantes temporales que se registran. La reparación no va a ser sencilla, ya que una empresa especializada debe retirar el amianto del tejado de Viñagrande antes de construir la nueva cubierta La actuación se ha calculado en unos 90.000 euros.

El propio jefe territorial, César Pérez Ares, también matizó durante su visita que "con motivo de la reubicación, el servicio de transporte va a variar ligeramente, por lo que es importante que los padres sepan que la recogida de los niños en las diferentes paradas se va a adelantar quince minutos, de forma que se puedan recoger a los últimos niños, los que habitualmente no usan transporte escolar, en el propio colegio de Deiro para su traslado a Tremoedo a las 8,45 horas".

El profesorado adscrito al CEIP Viñagrande mantuvo ayer una reunión en la que se le comunicó el traslado a Tremoedo, una reubicación que consideran lógica. Lo que no ven con tan buenos ojos una gran parte del profesorado es que no se les haya dado un día para preparar su irrupción en Tremoedo, a donde van a llegar sin ningún tipo de planificación, sin saber qué aulas van a compartir con sus compañeros del centro que les acoge y sin poder trasladar la mayor parte del material. "La decisión del traslado se tomó ya el jueves, no les costaba nada comunicárnoslo por teléfono y así poder organizar ese cambio durante todo el viernes", explicaba ayer un docente.