Técnicos municipales se desplazaron ayer al campo de Fontecarmoa, en Vilagarcía de Arousa, para elaborar un informe sobre la situación en la que se encuentran estas instalaciones deportivas tras la denuncia realizada por el club de rugby Os Ingleses. La edil responsable del área de Deportes, Elena Suárez, reconoce que el campo se encuentra en un estado "pésimo" debido a su constante uso y a las persistentes lluvias que han acabado por convertirlo en un auténtico barrizal. Por este motivo, Suárez apunta que "los técnicos municipales ya se encuentran trabajando en buscar una solución adecuada para que no vuelva a repetirse la situación denunciada por Os Ingleses" y que les obligó a reducir el entrenamiento el pasado viernes al estar el campo totalmente impracticable.

Suárez espera que las conclusiones del estudio en el que están trabajando los técnicos "se puedan conocer a lo largo del día de hoy y definan cuales son las líneas de actuación, aunque hay que tener en cuenta que las constantes lluvias son la principal causa de que el campo se encuentre en estas condiciones". El club de rugby también lo atribuye al constante uso de las instalaciones, algo por lo que ya han presentado quejas ante la Fundación Deportiva, ya que además de esta entidad, el campo es usado por el Arosa los jueves y por el AF-7 los viernes.

En la saturación de equipos en las instalaciones del campo de hierba natural de Fontecarmoa llueve sobre mojado, ya que el pasado año se registró la misma situación, quedando el campo totalmente impracticable, lo que obligó a Os Ingleses a suspender hasta cuatro partidos de competición oficial, lo que perjudicó al club vilagarciano de manera considerable. Ante el estado de Fontecarmoa no se descarta que tengan que volver a repetir esa decisión.

Quemaduras

El Concello también sigue buscando explicaciones a lo ocurrido en A Lomba en el encuentro entre Arosa y Barbadás. Al término del encuentro, tres jugadores ourensanos y el defensa central arlequinado Alfonso se resintieron de quemaduras en su cuerpo.

Suárez reconoce que todavía "no tenemos claro a que pudo deberse", aunque para el club vilagarciano todo apunta a que fue el tipo de cal utilizada la que acabó causando los problemas físicos a los jugadores.