Las sospechas de los parquistas de Carril de que las intensas lluvias pudiesen provocar una alta mortandad de marisco se confirman. Los productores realizaron ayer una ronda por los viveros y comprobaron con sus propios ojos y manos que sus cultivo de almeja se habían ido al traste. El presidente de la agrupación, José Luis Villanueva, asegura que "casi el 100% de la babosa ha muerto" y que la fina y la japónica también se han visto seriamente afectadas, aunque en menor medida.

Por el momento, la mayoría de parquistas no han retirado los bivalvos inservibles de las concesiones para evitar dañar otros que, aunque ahora se encuentran debilitados por el agua dulce, podrían recuperarse cuando amainen las precipitaciones. Al menos esa es la esperanza de los productores.

La situación con la que se toparon ayer los mariscadores en sus viveros nada tiene que ver con la de 2006, cuando las inundaciones arrasaron todos los bivalvos a su paso. Y es que las últimas Navidades supusieron una buena inyección económica para los parquistas, por lo que con ese colchón, la pérdida de marisco que no se vendió en esas fechas se ve con otros ojos. Además, el sector ya está acostumbrado a estos procesos que se producen con relativa frecuencia en las temporadas de mucho viento y lluvia.

La última, recuerda Villanueva, fue la de las Navidades de 2012, hace algo más de un año. Considera que todavía es pronto para cuantificar los kilos de almeja que se han perdido en esta ocasión, pues las condiciones meteorológicas desfavorables que persisten en la comarca restan visibilidad a los productores a la hora de limpiar el vivero, por lo que estas tareas no se aconsejan en estos momentos, pues podría incrementarse la mortandad de almeja.

La baja salinidad del mar ocasionada por el agua dulce debilita o, en el peor de los casos, mata el marisco, que sube hacia los sustratos más altos de la arena.

Los estragos en los cultivos varían en función de las zonas. El presidente de los parquistas apunta que los viveros más castigados por la muerte de babosa fueron los de la playa de A Compostela. En la zona más próxima a Os Lombos do Ulla la pérdida de japónica fue la más destacada, mientras que en la parte sur de Cortegada los continuos temporales arrastraron a la orilla de la isla el berberecho, que acabó dispersado por la playa y por tanto en zona seca.

En cuanto al tamaño del molusco, Villanueva precisa que se el afectado era de pequeño y mediano tamaño, "el que no se vendió en las Navidades" porque todavía no daba la talla reglamentaria, por lo que quedó en los parques a la espera de su crecimiento para poder comercializarlo. "Es cierto que vendimos bien en Navidad, pero las pérdidas ahora parecen graves", valora el presidente de la agrupación, que insiste en que presentará denuncia contra las personas que intentaron agredirlo el jueves frente a la lonja. "No voy a tolerar esas conductas", advierte.

Carril es una de las pocas zonas de Galicia en la que se cultivan almejas en viveros. La costa carrilexa aglutina unos 1.200 parques que dan de comer a más de 600 familias directamente.