El Concello de O Grove fue tierra y puerto de salazón. Fueron decenas las fábricas transformadoras de este estilo que funcionaron en la localidad durante el siglo pasado y el anterior. De ellas queda testimonio fiel en la actualidad, gracias al Museo de la Pesca y la Salazón de Punta Moreiras, donde se reproduce el antiguo proceso de elaboración para que las generaciones venideras puedan tener claro cómo vivían sus ancestros.

Pero hay otras muchas fábricas que, aunque ahora sean viviendas o restaurantes, estén abandonadas o fueron destruidas, vale la pena citar e inventariar. Es lo que se hace en el Catálogo de Patrimonio incorporado al Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que ofrece extensa información sobre el estado de conservación de cada una de las naves salazoneras, indicando además cuáles son las posibles actuaciones urbanísticas a realizar en ellas o cuál puede ser su aprovechamiento o uso.

Premio en Estados Unidos

El documento urbanístico que elabora el gobierno tripartito, y que debe aprobarse este mismo año, incorpora igualmente datos históricos de gran calado y otros ciertamente curiosos, como por ejemplo que "la familia Goday, con origen catalán, se estableció en Arousa a finales del siglo XVIII y sus descendientes jugaron un importante papel en el desarrollo de la salazón en varios puntos de la ría, entre ellos O Grove, donde tuvieron una fábrica de salazón desde los años treinta".

Pero incluso se apunta que consiguieron un premio "a la mejor sardina salada" en un certamen celebrado en Filadelfia (Estados Unidos).

Igualmente, el PXOM de O Grove aclara que en la zona de A Barrosa había varias fábricas salazoneras, todas ellas de los catalanes, y que fueron vendidas en los años treinta a la familia González Pérez, conserveros y salazoneros de Vilanova, que desmantelaron algunas de ellas y llevaron la piedra".

Respecto al Museo de la Pesca y la Salazón de Punta Moreiras, el PXOM esgrime que "es un conjunto etnográfico de elementos del patrimonio marítimo que tuvieron una función de salazón y conserva del pescado desde el siglo XVII hasta la década de 1960".

Su estado de conservación es bueno, gracias al trabajo realizado por el Concello para convertir las viejas naves en museo, y se compone de dos construcciones diferenciadas, "la primera, construida en el año 1907 y conocida como fábrica de Moreiras o de Muñiz, está situada más al norte, junto al pantalán existente, y formada por dos naves anexas que han sido objeto de obras recientes de rehabilitación integral para su conversión en centro museístico vinculado a la industria de la salazón y conserva del pescado".

Funcionó como fábrica de salazón hasta los años cincuenta para después, hasta mediados de los años setenta, utilizarse este espacio como almacén de algas, depuradora y cocedero.

La industria "fue reconstruida en el primer tercio del siglo XX, encima de una fábrica de salazón anterior, con una estructura diferente de lo habitual, ya que presenta dos naves separadas por una línea de columnas".

El PXOM puntualiza que "se trataba de una fábrica con dos embarcaderos, uno de ellos más antiguo y ya deshecho, situado en la parte posterior; y otro en la fachada delantera, con una capa de cemento encima de las antiguas losas de piedra".

En cuanto a la otra construcción, "data de 1790 y es una de las más antiguas de la ría de Arousa". Se conoce como "La Salazón de Goday, y ha sido también objeto de recientes obras de restauración mediante la reconstrucción de pilares de piedra y ejecución de nueva cubierta a dos aguas en forma de U con cerchas vistas de madera".