El cadáver de Manuel Pampín Abad fue localizado poco antes de las 11 de la mañana de ayer en la parte de Meis de As Aceñas, atrapado entre las ramas de un árbol, y flotando a entre uno y dos metros de profundidad. El cuerpo sin vida del hombre de 77 años, que falta del asilo de ancianos de Caldas de Reis desde el jueves por la tarde, fue visto desde una lancha neumática de Protección Civil de Valga que estaba remontando el río Umia en su búsqueda.

El levantamiento del cadáver fue autorizado poco después de las 13,30 horas, y aunque se le realizará la autopsia, en un principio no aparecieron indicios de que haya segundas personas implicadas en la muerte del varón, un vecino de Melide sin familia que llevaba seis años en la residencia caldense. Llevaba el pantalón marrón y la chaqueta azul con los que salió del asilo el jueves, y en su ropa figuraba también impreso el número que se les asigna a las prendas para facilitar el trabajo de lavado.

El cuerpo estaba en una zona a la que no se pudo llegar hasta ayer en zódiac, al haber muchas ramas sueltas y vegetación muy espesa, aunque de todos modos se cree que quedó atrapado en As Aceñas poco antes de ser localizado, y que posiblemente antes permaneció algunas horas en el fondo unos centenares de metros más arriba.

El operativo se inició a media tarde del jueves, cuando un hombre llamó al 112 Galicia asegurando que había visto un cuerpo humano flotando en el río Umia, a la altura de la fábrica de Clesa. Un par de horas después, las monjas que gestionan el asilo de Caldas llamaron a la policía para denunciar que uno de sus residentes había salido a pasear por la tarde y que ya no había regresado a cenar.

El primer día apenas se hizo búsqueda, pues anocheció enseguida y el río bajaba con mucha fuerza tras las lluvias de las últimas semanas. El viernes se movilizaron en torno a medio centenar de personas, y hubo dotaciones tanto por tierra, a orillas del río, como por embarcaciones, pero el resultado también fue infructuoso. Además, algunas zonas seguían inundadas, por lo que era muy complicado acercarse a la orilla del río.

Para ayer se había montado un dispositivo todavía mayor, con el concurso de voluntarios de 13 agrupaciones de Protección Civil (Caldas de Reis, Vilanova, Meis, Ribadumia, Cambados, Catoira, Valga, Pontecesures, Cuntis, Vilagarcía, Poio, Portas y Porto do Son) y efectivos de la Guardia Civil, tanto de Seguridad Ciudadana como del Seprona.

El operativo se inició sobre las 10 de la mañana, compartimentado el río por tramos. Había en el agua tres embarcaciones, en una de las cuales iban dos voluntarios de Protección Civil de Valga, Alberto Otero Miguéns y Ángel Ribeiro Espiño, y un agente del Seprona, que es el departamento de la Guardia Civil especializado en naturaleza.

Fueron ellos y un voluntario de Catoira, Mauricio Nicolás Loureiro, que iba por tierra un poco más arriba, quienes vieron el cadáver. Alberto Otero Miguéns, de Valga, explica que "iba de pie en la embarcación y me pareció ver una silueta flotando a entre uno y dos metros de profundidad". Entonces se lanzó al agua para iniciar las labores de traslado del cuerpo a tierra.

As Aceñas es uno de los parajes más conocidos del río Umia, al tener una pequeña playa fluvial y un sendero, y donde el río hace frontera entre los municipios de Vilanova y Meis. Se encuentra a unos ocho kilómetros del punto de Godos donde fue visto el cuerpo el jueves.