Trabanca Sardiñeira es una de las localidades que más está padeciendo los efectos de una gran infraestructura pública, como es el tren de alta velocidad. María del Carmen Piñeiro enumera una serie de perjuicios que los vecinos han tenido que pasar en los últimos meses y hace una lectura muy crítica de la actitud del Ayuntamiento.

En primer lugar, la presidenta de la asociación Santiago de Afora cita las grietas que han aparecido en más de una casa a consecuencia de las voladuras que se hicieron para abrir el túnel. "Aún no las vinieron a reparar y están pasando olímpicamente. A mí incluso me han llegado a decir que no tienen presupuesto para las reparaciones".

María del Carmen Piñeiro apunta igualmente que la empresa constructora canalizó las aguas de escorrentía de las laderas del túnel de emergencia hacia un único punto, y que éstas bajan por unas grandes tajeas hasta el Camiño Real. "El problema es que ese camino no tiene desagües, de modo que cuando llueva mucho se inundarán las casas y las fincas que quedan más bajas hacia la zona del lavadero".

La asociación reclama también la conexión de la fuente del lugar a un nuevo manantial, después de que las obras provocasen la inutilización del anterior. "Ya encontraron otro manantial y la semana pasada dijeron que empezarían la obra ésta, pero no han aparecido por aquí". En estos momentos la fuente tiene agua, pero Piñeiro sostiene que "es de las escorrentías, y no creo que sea potable".

Finalmente, la presidenta de Santiago de Afora plantea que ni siquiera están pagadas todas las expropiaciones, como una parcela de monte comunal que siguen sin cobrar. "Trabanca Sardiñeira está afectada por todas partes y aquí nadie toma medidas. El Ayuntamiento de Vilagarcía recibió una serie de compensaciones por estas obras, pero no está invirtiendo nada en el rural, que es donde sufrimos los desperfectos. Nos han dejado de la mano de Dios y el Ayuntamiento pasa olímpicamente".

Las grandes obras públicas suelen generar problemas en muchas aldeas. El nudo de Curro, por ejemplo, causó inundaciones en San Lourenzo de Nogueira (Meis) hasta el extremo de que la comunidad de montes decidió denunciar a la Xunta de Galicia.