Tres menos uno es igual a cero. La cuenta, que parece mal hecha, no lo está en el último cortometraje del realizador cambadés Juan Galiñanes, que se estrena próximamente en A Coruña, y que se proyectará el 3 de enero en Cambados. "3-1=0" es el trabajo que Galiñanes presentó ayer en su localidad natal, y con el que se estrena en el drama, un género que no había tocado hasta ahora.

"Es una historia sincera, dura e intensa" que él mismo escribió. "Me surgió después de ser padre, pero no me atreví a contarla hasta tiempo después". "3-1=0" arranca con la visita de un hombre a la que fue su casa y que ahora está en venta. Durante unos minutos, y mientras espera hablar con un posible comprador asaltan su memoria los recuerdos de la vida que tuvo allí con su mujer y su hija.

Galiñanes es uno de los realizadores jóvenes más prometedores de Galicia, pues ya ha ganado un Mestre Mateo y participó en una película de animación que obtuvo el Goya. También se hizo muy conocido hace unos meses por unos vídeos promocionales de la Festa do Albariño, que le valieron otra nominación a los Mestre Mateo.

Juan Galiñanes y Olga Osorio coprodujeron el cortometraje junto a PixelFilms, y financiaron gran parte del coste del trabajo gracias al apoyo de empresas del audiovisual y de entidades como la Escola de Imaxe e Son o la facultad de Comunicación Audiovisual de A Coruña.

También recurrieron al "crowdfunding" (patrocinios particulares a través de internet) para costear la distribución, y lograron los 2.000 euros que necesitaban gracias a las aportaciones, que eran de un mínimo de cinco euros y un máximo de 50. A cambio, los donantes reciben una serie de regalos, como una copia de la película o camisetas, según la cuantía de su aportación.

"Es un sistema fantástico, pero no lo veo como una vía para sostener la industria en el futuro", plantea el realizador cambadés.

Los protagonistas de "3-1=0" están encarnados por Deborah Vukosic y Xosé Barato, conocido por sus apariciones en series televisivas como "Matalobos" y en películas como "18 comidas", además de ser presentador de televisión. Vukusic, por su parte, participó en "Vilamor" y es poeta.

Desde un punto de vista técnico, Galiñanes y su equipo lograron grabar 140 planos en solo cuatro días de rodaje gracias a que antes hicieron una previsualización completa de todo el corto en tres dimensiones, lo que les permitió ahorrar mucho tiempo y dudas en el rodaje.